Este lunes, Arabia Saudita anunció recortes adicionales a los acordados en abril en la OPEP+, a fin de evitar mayores desplomes en el mercado, pues esta semana el nerviosismo se acentúa ante los informes de nuevos brotes de coronavirus en países asiáticos, donde ya parecía ganarse la batalla.
De acuerdo con los informes de la prensa internacional, el ministerio de Energía de Arabia Saudita pidió al gigante petrolero Aramco reducir su producción en un millón de barriles diarios adicionales a partir de junio, recortando así su extracción a 7.5 millones de barriles diarios.
Junto a esta medida, el ministro de Energía de Kuwait, Jaled al Fadhel, anunció también un recorte en 80 mil barriles diarios en apoyo de la iniciativa saudita: “Kuwait apoya los esfuerzos de Arabia Saudita para restablecer el equilibrio del mercado petrolero”, declaró Fadhel en un comunicado, citado por la agencia de prensa local, KUNA.
Esto se suma a lo acordado por La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus socios –la llamada OPEP+– acordaron el 12 de abril recortar la producción en 9.7 millones de barriles diarios d durante dos meses a partir de mayo.
La noticia tuvo una respuesta positiva, pues el precio del crudo subía al arranque de la jornada: el referencial Brent en 1.16% a 31.33 dólares por barril; mientras que el WTI en 3.3% a 25.57 dólares, de acuerdo con Bloomberg, sin embargo, pronto se fue borrando el avance en un contexto de menor apetito por riesgo.
Y es que, de acuerdo con el análisis de Banco Base, existe cautela en los mercados luego de que en Corea del Sur se reportara un incremento de 34 casos el fin de semana, una cifra no vista en un mes. En ese escenario, su presidente, Moon Jae-In, mencionó que había riesgo de una segunda ola de la epidemia en cualquier momento.
“Desde abril el sentimiento de los mercados financieros, particularmente del mercado de capitales ha sido principalmente positivo, en anticipación a una recuperación económica en forma de V, noticias como la de Corea del Sur generan nerviosismo pues se pone en duda esta expectativa”, explica en su análisis, Gabriela Siller.
Ese nerviosismo era visible también en el tipo de cambio, pues al arranque de este lunes el peso se mostró con debilidad ante el dólar, perdiendo 1.34% o 31.70 centavos, cotizando en las 23.97 unidades por billete verde.