Putin y Xi lideran conmemoración del Día de la Victoria en Moscú en medio de tensiones por la guerra en Ucrania

Por: Rocío Rios

COMPARTE:

Facebook
X
WhatsApp

Taiwán criticó fuertemente la participación de Xi, acusando a China y Rusia de distorsionar la historia al atribuirle al Partido Comunista Chino un papel protagonista en la Segunda Guerra Mundial. Según Taipei, fue el entonces gobierno republicano de China —hoy exiliado en Taiwán— el que luchó contra Japón, y no el régimen comunista.

Moscú, 9 de mayo de 2025 El presidente de Rusia, Vladimir Putin, encabezó este viernes las conmemoraciones del 80º aniversario del Día de la Victoria en la Plaza Roja, en un contexto marcado por fuertes medidas de seguridad y renovadas tensiones por la guerra en Ucrania, que entra en su cuarto año. El acto contó con la presencia destacada del presidente chino Xi Jinping y más de 20 líderes internacionales.

En su discurso, Putin vinculó directamente la memoria de la Segunda Guerra Mundial con la actual invasión de Ucrania, reiterando que toda Rusia está unida en apoyo a lo que llamó la “operación militar especial”. “La verdad y la justicia están de nuestro lado”, aseguró, mientras insistía en que el país actúa como “una barrera indestructible contra el nazismo, la rusofobia y el antisemitismo”, una narrativa utilizada repetidamente por el Kremlin para justificar la guerra.

Xi Jinping, luciendo una cinta de San Jorge —símbolo de gloria militar rusa prohibido en varios países—, ocupó un lugar central junto a Putin, en lo que Moscú ha presentado como una muestra de unidad frente al “Occidente colectivo”. Más de 100 soldados chinos participaron en el desfile, lo que resalta la profundización de los lazos entre China y Rusia.

Por primera vez, el evento incluyó una columna de camiones con drones de combate, en alusión a su creciente uso en el conflicto ucraniano. También se exhibieron misiles intercontinentales Yars, tanques y vehículos blindados, mientras seis aviones Su-25 sobrevolaban la Plaza Roja.

Rusia declaró un alto el fuego unilateral de tres días para coincidir con las conmemoraciones, pero Ucrania lo rechazó como una “farsa teatral”. Según Kiev, desde que entró en vigor la noche del miércoles, Rusia ha realizado miles de ataques, incluidos casi 4.000 bombardeos solo en el segundo día de la tregua. Moscú asegura, por el contrario, haber cumplido con el cese de hostilidades, acusando a Ucrania de cientos de violaciones.

En su discurso del jueves, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky afirmó que Ucrania está lista para un alto el fuego inmediato y total, pero exigió que fuera “real”, sin ataques ni drones. También pidió una tregua de al menos 30 días, respaldada por aliados europeos y Estados Unidos. Zelensky dijo haber hablado con el presidente estadounidense Donald Trump, quien reiteró su llamado a un alto el fuego incondicional y amenazó con nuevas sanciones contra quienes no lo acaten.

La presencia de Xi Jinping fue uno de los aspectos más simbólicos del desfile. Según medios estatales rusos, las relaciones bilaterales están “en su punto más alto”. Además, contingentes militares de Corea del Norte, Vietnam y Mongolia participaron en el evento, aunque los norcoreanos no desfilaron. Putin abrazó al general norcoreano Kim Yong-bok, comandante de las fuerzas norcoreanas desplegadas en Rusia.

Desde Pyongyang, el líder norcoreano Kim Jong Un visitó la embajada rusa para reafirmar su respaldo al Kremlin, en otro gesto que subraya el viraje ruso hacia Asia. Entre los asistentes también estuvieron el presidente venezolano Nicolás Maduro, el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el primer ministro serbio Aleksandar Vucic. La participación de este último generó polémica, ya que Serbia es un país candidato a la Unión Europea. La jefa de política exterior de la UE, Kaja Kallas, había pedido a los líderes europeos evitar el evento por la guerra en Ucrania.

El Día de la Victoria, históricamente utilizado por Rusia para proyectar fuerza y legitimidad, se ha convertido ahora en una plataforma para reforzar alianzas estratégicas y enviar mensajes tanto internos como globales. En medio de una guerra prolongada y con frentes diplomáticos activos, la Plaza Roja fue hoy escenario no solo de una celebración militar, sino de una demostración política con múltiples interpretaciones.