Brittney Griner mide 2,06 metros y pesa 93 kilos. Usa zapatos de hombre talla 17 y sus manos son un poco más anchas que las de la estrella estadounidense del baloncesto LeBron James.
Si Griner no hubiese entrado a la liga profesional de baloncesto femenino (WNBA) a los 22 años, habría seguido los pasos de su padre y se habría convertido en agente de policía.
Él es su “modelo a seguir”, ha dicho en el pasado.
Ahora acaba de ser condenada en un tribunal ruso a 9 años de prisión por cargos de “drogas”.
Griner, de 31 años, fue arrestada en un aeropuerto de la capital rusa en febrero pasado luego de que los agentes de aduanas encontraran en su equipaje cartuchos de vapeador que contenían aceite de cannabis, que es ilegal en Rusia y que la deportista asegura utilizaba con fines medicinales.
Desde entonces ha estado en la cárcel y, para reducir su sentencia, la medallista olímpica se declaró culpable de cargos relacionados con las drogas, aunque dijo que no tenía la intención de infringir ninguna ley.
EE.UU. afirma que está “detenida injustamente” y pidió al Kremlin liberarla en un intercambio de prisioneros, aunque se desconoce si ha obtenido respuesta sobre la propuesta.
Batallas
Griner, conocida por los seguidores del Phoenix Mercury como BG y considerada la mejor jugadora ofensiva del baloncesto femenino profesional en Estados Unidos, conquistó su primera batalla apenas se incorporó a la WNBA.
Fue la primera jugadora de la liga en atreverse a decir públicamente que era homosexual, sin importarle las consecuencias que su revelación podía acarrear.
“Antes de Griner, había una sombra sobre la liga, donde se instaba (la práctica) de ‘no digas gay‘”, explicó la columnista deportiva Tamryn Spruill. “Ella simplemente dijo: ‘Al diablo con eso, esto es lo que soy'”.
Aquel atrevimiento la llevó a convertirse en la primera atleta abiertamente gay (hombre o mujer) en ser patrocinada por la firma deportiva Nike, luego de haber sido la primera seleccionada en la ronda de reclutamiento de la WNBA.
A sus 31 años, Griner ha ganado dos medallas de oro en los Juegos Olímpicos, el título de jugadora más valiosa en la liga femenina estadounidense de baloncesto, y campeonatos de la WNBA y la Euroliga.
Nacida en Houston, Texas, obtuvo una beca de baloncesto para asistir a la Universidad de Baylor, donde condujo al equipo a un campeonato nacional.
Su detención
Sin embargo, desde finales de julio Griner lleva a cuestas una condena a nueve años de cárcel por viajar con unos vapeadores de aceite de cannabis a Rusia, donde solía jugar en la Euroliga con el equipo UMMC Ekaterinburg, durante el receso de la temporada en Estados Unidos.
Griner hacía lo mismo que otras compañeras de la WNBA: jugar en el exterior para incrementar sus ingresos. En Rusia cobraba cinco veces más que en Estados Unidos.
“La desigualdad salarial en Estados Unidos ha llevado a la detención injusta de Brittney Griner en Rusia, donde está siendo utilizada como peón político”, explica el portal WeAreBG, una campaña organizada por otras atletas que pertenecen a la Asociación Nacional de Baloncesto Femenino.
Después de la invasión de Rusia a Ucrania, el 24 de febrero, la Euroliga suspendió a todos los equipos rusos, con lo que Estados Unidos y la WNBA empezaron a llamar de vuelta a sus jugadoras.
La atleta se disponía a abordar un avión de vuelta a Estados Unidos, cuando un perro del Servicio Federal de Aduanas de Rusia hizo que las autoridades inspeccionaran su equipaje de mano, donde encontraron cartuchos de cigarrillos electrónicos con aceite de cannabis.
Meses después, la estrella del deporte se declaró culpable de cargos relacionados con las drogas, aunque dijo que no tenía la intención de infringir ninguna ley.
Durante los meses de su detención, Cherelle Watson, esposa de la deportista y abogada de 28 años, ha denunciado que las autoridades rusas le han negado el acceso consular y la comunicación con sus amigos y familiares.
Acaba de ser condenada en un tribunal ruso a nueve años de prisión por cargos de “drogas” y el pago de una multa de un millón de rublos (US$16.300).
Además, la corte rusa informó que deberá cumplir la condena en una colonia penal.
La negociación
El presidente estadounidense, Joe Biden, dijo que la condena contra Griner era “inaceptable” y exigió su liberación inmediata.
“Hoy, la ciudadana estadounidense Brittney Griner recibió una sentencia de prisión que es un recordatorio más de lo que el mundo ya sabía: Rusia está deteniendo a Brittney erróneamente”, dijo en un comunicado.
Días antes de la condena, el secretario de Estado, Anthony Blinken, informó que el gobierno de Biden había hecho una oferta “significativa” de intercambio de prisioneros a Rusia para lograr el regreso de Griner y el exmarine Paul Whelan.
“Mientras estoy sentada aquí en una prisión rusa, sola con mis pensamientos y sin la protección de mi esposa, familia, amigos, camiseta olímpica o cualquier logro, estoy aterrorizada de estar aquí para siempre”, escribió la jugadora en una carta que envió a Biden desde la prisión en julio.
La prensa estadounidense había señalado que el gobierno de Moscú estaba interesado en intercambiar a la estrella del baloncesto por el traficante de armas ruso convicto Viktor Bout.
Sin embargo, la condena cambió el panorama.
Por ahora, los abogados de Griner han señalado que apelará la decisión, tras criticar que el tribunal ruso “ignorara por completo todas las pruebas de la defensa y, lo que es más importante, la declaración de culpabilidad” que hizo la atleta, con la esperanza de recibir una condena menor.
Al conocer la sentencia, Lindsay Kagawa Colas, la agente de Griner, escribió en Twitter: “Este es un momento para la compasión y el entendimiento compartido de que lograr un acuerdo para traer a los estadounidenses a casa será difícil, pero es urgente y es lo correcto”.