TikTok se encuentra en una encrucijada en Estados Unidos, enfrentando una posible salida del país si no logra defenderse de la controversia que rodea su permanencia en el mercado estadounidense. En este escenario, funcionarios chinos estarían evaluando alternativas como la compra de las operaciones estadounidenses de TikTok por parte de Elon Musk, el magnate dueño de Tesla y Twitter.
El 19 de enero marca un plazo clave para la red social, ya que, de no obtener un fallo favorable del Tribunal Supremo de EE. UU., TikTok podría ser obligada a salir del país, lo que afectaría a los 170 millones de usuarios de la plataforma en ese territorio. A pesar de la presión, ByteDance, empresa matriz de TikTok, ha manifestado que la venta de su negocio en EE. UU. a un inversor no chino no es una opción en este momento.
El gobierno de Joe Biden ha exigido que TikTok se desprenda de su participación del 40% en la red social para permitir su permanencia. Aunque Musk no ha hecho comentarios oficiales, las especulaciones apuntan a que su posible adquisición de TikTok encajaría con su interés por las redes sociales, que ya se refleja en la compra de Twitter en 2022.
Sin embargo, la venta de TikTok a un comprador estadounidense no sería sencilla. La actualización de las normativas de control de exportaciones de China en 2020 podría dificultar la transacción sin la autorización del gobierno chino, lo que convierte la situación en un dilema complicado para las partes involucradas.
La situación también ha generado la intervención de Donald Trump, quien, a pesar de haberse mostrado en contra de TikTok en el pasado, ahora se ha convertido en uno de sus mayores defensores. Trump, quien cuenta con 14,7 millones de seguidores en la plataforma, ha percibido el impacto que TikTok puede tener sobre las nuevas generaciones. De cara a su regreso a la Casa Blanca en 2024, el expresidente está intentando retrasar la implementación de la ley que podría obligar a la salida de la red social.
Trump ha presentado un escrito a los jueces que analizan el caso, instándolos a considerar los derechos de libertad de expresión protegidos por la Primera Enmienda y a evitar la sanción que afectaría a la aplicación. La batalla por TikTok en EE. UU. no solo involucra intereses comerciales, sino también un debate sobre las libertades individuales y las tensiones geopolíticas entre EE. UU. y China.