Sigue la polémica por la salida de opositores refugiados en embajada argentina en Caracas

Por: Rocío Rios

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Permanecieron refugiados desde el 20 de marzo de 2024, bajo constante vigilancia policial, restricciones de servicios básicos y sin acceso a salvoconductos, según denunciaron públicamente.

Caracas, 9 de mayo de 2025 (EFE) — La sorpresiva salida de cinco opositores venezolanos que permanecieron asilados durante más de un año en la residencia de la Embajada de Argentina en Caracas continúa generando versiones contradictorias y tensión política dentro y fuera del país. Mientras algunos la califican como una “operación de rescate histórica”, otros aseguran que fue fruto de una negociación con el gobierno de Nicolás Maduro.

Los opositores Pedro Urruchurtu, Magallí Meda, Claudia Macero, Humberto Villalobos y Omar González, todos miembros del partido Vente Venezuela liderado por la exdiputada María Corina Machado, permanecieron refugiados desde el 20 de marzo de 2024, bajo constante vigilancia policial, restricciones de servicios básicos y sin acceso a salvoconductos, según denunciaron públicamente.

Aunque Estados Unidos celebró su salida y calificó el hecho como un “rescate exitoso” de “rehenes del régimen de Maduro”, el ministro de Interior venezolano y figura clave del chavismo, Diosdado Cabello, desestimó la versión al señalar que “solo cuatro personas” se encontraban en la sede diplomática, y comparó lo sucedido con una escena de la película Misión Imposible. Además, aseguró que la salida de los opositores respondió a una negociación, en la que Machado habría priorizado la salida del país de su madre, Corina Parisca de Machado, ocurrida el 5 de mayo en un vuelo a Bogotá.

Cabello también afirmó que Claudia Macero ya había abandonado por su cuenta la residencia en agosto de 2024, tras la expulsión del cuerpo diplomático argentino, y que desde entonces el lugar fue custodiado por Brasil. Estas declaraciones fueron rechazadas por Magallí Meda, quien acusó a Cabello de mentir y denunció el reciente allanamiento de su vivienda por parte de cuerpos represivos del Estado.

Por su parte, el Comando Con Vzla —bloque mayoritario de la oposición— sostuvo que la extracción fue resultado de una “operación internacional” coordinada con los gobiernos de Argentina y Estados Unidos, iniciada desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en enero pasado. El gobierno argentino, liderado por Javier Milei, se adjudicó un papel clave en esta maniobra, que habría implicado meses de planificación secreta.

A nivel internacional, las reacciones no se hicieron esperar. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) celebró la salida de los asilados, afirmó que ahora “se encuentran en un lugar seguro fuera del país” y pidió al gobierno venezolano la liberación inmediata de todas las personas detenidas arbitrariamente por razones políticas, estimadas en unas 900, de acuerdo con organizaciones de derechos humanos.

El gobierno de Paraguay también se pronunció, saludando lo que denominó una “liberación” y reconociendo el “esfuerzo humanitario” de los países que participaron en la operación. En un comunicado oficial, su cancillería valoró la actuación internacional que permitió preservar la integridad de los opositores y facilitar su traslado seguro.

Mientras el gobierno venezolano y sus opositores se enfrentan en el terreno de las narrativas, persiste el misterio sobre cómo lograron salir sin ser detenidos. Lo que parece claro es que la salida de los cinco miembros de Vente Venezuela ha abierto un nuevo capítulo de confrontación política y diplomática en torno a la crisis venezolana.