El presidente dijo que iban muy por arriba de Joe Biden y acusó a su contrincante de querer robar la presidencia. Advirtió que llegaría a la Suprema Corte.
Cerca de la 1 am del 4 de noviembre el presidente Donald Trump rompió el silencio en su cuenta de Twitter. Con triunfos decisivos en Florida y Ohio, y una jornada más competida de lo que se esperaba, el presidente de EU declaró no sólo que iba ganando la elección, sino que los demócratas estaban intentando robarla.
“Vamos por arriba en GRANDE, pero ellos están intentando ROBAR la Elección. Nunca dejaremos que lo hagan. ¡Los votos no pueden ser contados después de que las casillas cerraron!”, aseguró Trump en Twitter.
Biden: “Estamos en buen camino para ganar”
Biden respondió que no le correspondía ni a Trump ni a él declarar a un ganador; que era el trabajo del pueblo.
Tras varias horas de espera, finalmente a las 2:20 am hora de DC, el mandatario apareció con el himno presidencial de fondo en uno de los salones de la Casa Blanca, flanqueado por su familia y el vicepresidente Biden.
Trump agradeció a todos sus simpatizantes por sus esfuerzos, y en un tono entre fastidiado y agotado, citó uno a uno los estados que había ganado, y de paso unos que no ha ganado todavía, como Pennsylvania, y otros que al parecer ya perdió, como Arizona.
Esto es un fraude contra el pueblo de Estados Unidos. Una vergüenza para el país. Francamente ganamos esta elección, nuestro objetivo ahora es asegurar la integridad. Esto es un gran fraude a nuestra nación
“Ganamos Florida, el gran estado de Ohio, ganamos Texas por 700 mil votos y no lo incluyen en las tabulaciones”, se quejó. “Es claro que ganamos Georgia, vamos arriba”, dijo sobre este estado al que le faltan cientos de miles de votos por tabular.
“Claramente ganamos North Carolina, 1.4% arriba, falta 7% no pueden alcanzarnos”, aseguró.
También se quejó de que una cadena de noticias le dio a Biden el Triunfo en Arizona: “En Arizona tenemos mucha vida y alguien declaro victoria para los demócratas”.
Pero su queja más audaz fue en Pennsylvania, donde faltan como la mitad de los votos por ser computados.
“Vamos 690 mil votos arriba en Pennsylvania. No están ni cerca. Con 64% del voto es casi imposible que nos alcancen. Y faltan áreas donde les gusta su presidente. En Michigan, vi los números, wow es mucho, casi 300 mil votos y 65% del voto esta contado”.
Trump intentó durante meses cancelar millones de votos en estados como Pennsylvania y Michigan, donde millones de votantes sufragaron por correo y por adelantado y ahora podrían mover la balanza de manera dramática hacia Biden
“Nunca había visto algo así”, aseguró que le dijo el gobernador Abbott de Texas cuando lo felicitó. “Nadie ha visto algo así”.
Trump aseguró que se trataba de un fraude electoral.
“Y de pronto todo se detiene. Esto es un fraude contra el pueblo de Estados Unidos. Una vergüenza para el país”, acusó. “Francamente ganamos esta elección, nuestro objetivo ahora es asegurar la integridad. Esto es un gran fraude a nuestra nación”.
El presidente, como ya había adelantado, advirtió que recurriría al máximo órgano: “Vamos a ir a la Suprema Corte. Queremos que pare la votación, no queremos que encuentren nuevos votos. Vamos a ganar, y de hecho ya ganamos”, dijo.
Quiero darles las gracias por su apoyo”, concluyó.
Trump intentó durante meses cancelar millones de votos en estados como Pennsylvania y Michigan, donde millones de votantes sufragaron por correo y por adelantado y ahora podrían mover la balanza de manera dramática hacia Biden. El argumento del presidente es que el voto por correo abre la puerta al fraude electoral.
Hoy el presidente aseguró que los votos no debían contar después del día de la elección, sin embargo, se han contado votos durante semanas o meses desde siempre en EU. Estados como California o Utah son célebres por terminar sus conteos finales tiempo pasada la elección.