En una controvertida decisión que revive uno de los íconos más emblemáticos del sistema penitenciario estadounidense, el presidente Donald Trump anunció este domingo que ha ordenado la reapertura y ampliación de la prisión de máxima seguridad de Alcatraz, cerrada desde hace más de 60 años.
Washington, 4 de mayo de 2025 (EFE) — El anuncio fue realizado a través de un mensaje publicado en la red social Truth Social, donde el mandatario afirmó que su administración no tolerará más a “delincuentes reincidentes” que, en sus palabras, “siembran la podredumbre, el derramamiento de sangre y el caos en nuestras calles”.
Coordinación interinstitucional para reactivar la prisión
Según detalló Trump, la orden ha sido dirigida a la Oficina Federal de Prisiones (BOP), que trabajará en conjunto con el Departamento de Justicia, el Departamento de Seguridad Interna y el Buró Federal de Investigaciones (FBI) para ejecutar el proyecto de reapertura.
“Es momento de tomar medidas contundentes. Recuperaremos el control de nuestras calles y enviaremos a los criminales más peligrosos al lugar donde pertenecen”, escribió el mandatario.
Aunque aún no se han especificado fechas ni el presupuesto destinado para la obra, fuentes cercanas al gobierno adelantaron que el proyecto contempla una ampliación del complejo original, con tecnología de seguridad de última generación.
Alcatraz: historia y leyenda
Ubicada en una isla rocosa frente a la costa de San Francisco, California, la prisión de Alcatraz operó como penal federal entre 1934 y 1963, y es recordada por albergar a algunos de los criminales más notorios de su época, como Al Capone y Robert Franklin Stroud, conocido como el “Hombre Pájaro de Alcatraz”.
La prisión fue cerrada oficialmente en 1963, un año después de la famosa fuga de tres prisioneros —Frank Morris y los hermanos Anglin— quienes escaparon por un túnel improvisado. Sus cuerpos nunca fueron encontrados, lo que dio origen a teorías e historias que han inspirado múltiples películas y documentales.
La isla, de apenas 2.01 km², ha sido desde entonces un sitio turístico administrado por el Servicio de Parques Nacionales, recibiendo millones de visitantes al año.
El anuncio ha generado reacciones divididas. Mientras simpatizantes del presidente celebran lo que consideran una medida firme contra el crimen, defensores de los derechos humanos y ambientalistas han expresado preocupación por el uso de una isla protegida como cárcel y el simbolismo de volver a una institución asociada con condiciones extremas de reclusión.
Expertos en justicia penal han señalado que la reapertura de Alcatraz requeriría superar múltiples obstáculos legales y operativos, incluyendo estudios de impacto ambiental, aprobación presupuestaria por el Congreso y adecuaciones estructurales, ya que las instalaciones originales se encuentran en desuso desde hace décadas.
Por el momento, ni el Departamento de Justicia ni la BOP han emitido declaraciones oficiales sobre la ejecución del proyecto.