El panorama judicial del presidente electo, Donald Trump, que hace apenas seis meses parecía un serio obstáculo en su camino hacia la Casa Blanca, se ha despejado considerablemente tras su victoria en las elecciones presidenciales de noviembre. A pesar de enfrentar varios casos penales, Trump ha logrado salir adelante, y el único caso en el que fue condenado, relacionado con pagos irregulares a la actriz Stormy Daniels, está a punto de ser desestimado en Nueva York.
Trump enfrenta un total de cuatro casos penales importantes. En Nueva York, fue declarado culpable en mayo por falsificar documentos en un intento por encubrir su relación extramarital con Daniels, aunque la sentencia aún está pendiente de ser emitida. Los otros tres casos incluyen acusaciones en Washington DC por su intento de revertir los resultados de las elecciones de 2020 y su implicación en el asalto al Capitolio de 2021, en Georgia por interferir en las elecciones de 2020, y en Florida por el manejo indebido de documentos clasificados.
A pesar de estas complicaciones judiciales, Trump logró convertir sus batallas legales en un tema político, llamándolas “una caza de brujas”, lo que le permitió ganar los comicios y convertirse en el primer presidente electo con una condena penal.
Implicaciones para su futuro judicial
Con su reelección, surge la interrogante sobre el destino de sus casos judiciales. El Departamento de Justicia de Estados Unidos establece que un presidente en funciones no puede ser juzgado ni encarcelado mientras esté en el cargo, y el Tribunal Supremo le otorgó inmunidad parcial por los delitos cometidos mientras fue presidente. En el caso de la falsificación de registros comerciales, el juez encargado decidió posponer la sentencia, lo que deja abierta la posibilidad de que el caso se desestime o que la pena se reduzca.
Trump también enfrenta acusaciones por el manejo indebido de documentos clasificados, entre ellos secretos nucleares, que fueron trasladados ilegalmente desde la Casa Blanca a su residencia en Mar-a-Lago. Sin embargo, el fiscal especial Jack Smith ha solicitado suspender la apelación que se había interpuesto en este caso, y se espera que sus demandas judiciales se complicuen aún más antes de que Trump asuma oficialmente la presidencia el 20 de enero de 2025.
Además de sus casos penales, Trump enfrenta demandas civiles, incluyendo una condena en Nueva York para pagar 83.3 millones de dólares por difamación a la escritora E. Jean Carroll y una multa de 175 millones de dólares por exagerar el valor de sus activos. Ambos casos están siendo apelados por su defensa.
¿Qué depara el futuro para Trump?
Aunque el camino judicial de Trump se ha vuelto menos incierto tras su victoria electoral, los múltiples frentes legales siguen siendo un factor crucial en su administración. Con su capacidad para retrasar o incluso desestimar casos en proceso, el futuro del presidente electo en términos judiciales sigue siendo incierto, pero su victoria en las urnas ha dejado claro que, por ahora, el peso de sus problemas legales parece no haber sido suficiente para frenar su regreso a la Casa Blanca.
Vía Latinus