El asedio se produjo luego de Donald Trump instara a sus seguidores a marchar en contra de su derrota y la ratificación de Joe Biden como presidente; el miedo y los disturbios se apoderaron del Congreso.
Washington. Poco después de que iniciara la sesión ceremonial del Congreso de Estados Unidos convocada con el fin de declarar formalmente la victoria del presidente electo Joe Biden, la escena se convirtió en violencia y caos cuando simpatizantes del presidente saliente Donald Trump irrumpieron en el Capitolio deteniendo el conteo de los votos electorales y provocando la evacuación de los legisladores.
Los representantes electos de la nación se apresuraron a agacharse debajo de los escritorios y se pusieron máscaras de gas, mientras la policía trató inútilmente de sostener las barricadas del edificio. Una mujer fue asesinada a tiros dentro del Capitolio, y el alcalde de Washington instituyó un toque de queda por la noche en un intento por contener la violencia.
La policía luchó durante más de tres horas, desenfundando armas de fuego y usando gas lacrimógeno, para desalojar a los partidarios de Trump del Capitolio, quienes se abalanzaron por los pasillos y revolvieron las oficinas en escenas de desorden.
Tropas de la Guardia Nacional, agentes del FBI y del Servicio Secreto de los Estados Unidos fueron desplegados para ayudar a la abrumada policía del Capitolio. Efectivos de la Guardia y la policía empujaron a los manifestantes lejos del Congreso después de que el toque de queda entró en vigor.
El Capitolio fue declarado “seguro” poco después de las 17:30, hora local, y los legisladores retomaron horas después la sesión.
La jornada violenta se produjo después de que Trump, que antes de las elecciones dijo que no realizaría un traspaso de poder pacífico si perdía, se dirigió a miles de seguidores cerca de la Casa Blanca, repitiendo sus afirmaciones de que le robaron los comicios con un supuesto fraude generalizado.
Fue el ataque más perjudicial al simbólico edificio desde que el ejército británico lo quemó en 1814, según la Sociedad Histórica del Capitolio.
Joe Biden dijo que la actividad de los manifestantes “se acerca a la sedición”.e instó a los manifestantes a retirarse.
En un video publicado en Twitter, Trump reiteró sus afirmaciones sin fundamento sobre fraude electoral, pero instó a los manifestantes a que se retiraran. “Tienes que ir a casa ahora, tenemos que tener paz”, dijo.
El mundo mira con horror
El asedio sin precedentes del miércoles generó feroces críticas al liderazgo de Trump dentro de su propio partido y en todo el mundo, y combinado con el mal día en Georgia, marcó uno de los días más oscuros de su presidencia divisiva.
Líderes mundiales reaccionaron conmocionados ante la agitación en Washington DC calificando de “vergonzoso”, “impactante” y “preocupante” los hechos que se desarrollaron dentro y fuera del Capitolio, y expresaron su preocupación por el “ataque contra la democracia” por lo que llamaron a respetar el resultado electoral.
El primer ministro Justin Trudeau tuiteó que las escenas en el Capitolio fueron un “ataque a la democracia”.
En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela expresó “su preocupación por los hechos violentos” y aseguró que “Estados Unidos padece lo mismo que ha generado en otros países con sus políticas de agresión”.
En Europa, desde Reino Unido hasta Italia también los líderes lamentaron los hechos.
Los secretarios de la OTAN y la OEA coincidieron en que se debía respetar el resultado electoral.
Nueva Zelanda y Australia se sumaron a la condena de la violencia.
Por su parte, Twitter bloqueó temporalmente la cuenta del presidente Trump durante 12 horas por “repetidas y graves violaciones” de las normas de integridad cívica de la plataforma de redes sociales y amenazó con una suspensión permanente.
La red indicó que requirió la eliminación de los tuits de Trump “como resultado de la situación violenta sin precedentes y en curso en Washington, D.C.”, después de que sus partidarios del irrumpieran en el Congreso.
Facebook también suspenderá temporalmente la cuenta de Trump, pero por 24 horas.
Mientras que miembros del gabinete de Trump dscutieron la posibilidad de destituir al mandatario después del asalto
Las discusiones se centraron en la 25ª enmienda a la Constitución de Estados Unidos, que permite la destitución de un presidente por parte del vicepresidente y el gabinete si se lo considera “incapaz de cumplir con los poderes y deberes de su cargo”.
Sin duda, un día que pasará a la historia.