Xi Jinping podría no asistir a la investidura de Trump

Por: Editor Moviendo Ideas

COMPARTE:

Facebook
X
WhatsApp

Washington. El presidente chino, Xi Jinping, probablemente no aceptará la invitación de Donald Trump para asistir a su toma de posesión el 20 de enero, según expertos en relaciones internacionales. A pesar de que Karoline Leavitt, la secretaria de prensa entrante de Trump, confirmó que la invitación fue extendida, analistas aseguran que Xi consideraría demasiado arriesgado participar en la ceremonia, dada la creciente competitividad entre ambos países y el contexto político actual.

La embajada china en Washington no ha ofrecido comentarios oficiales sobre la invitación, pero especialistas como Danny Russel, exsecretario de Estado adjunto para Asuntos de Asia Oriental, afirman que la idea de Xi siendo un simple invitado en la ceremonia no es algo que el mandatario chino aceptaría. “No permitiría ser reducido a un invitado que celebra el triunfo de un mandatario extranjero”, señaló Russel.

Por su parte, Yun Sun, directora del programa China en el Stimson Center, coincidió en que la postura de China sería evitar riesgos en un evento donde no existe precedentes de participación de un presidente chino en la investidura de un mandatario estadounidense. Además, subrayó que si Trump implementa aranceles elevados a productos chinos, como ha amenazado, la presencia de Xi en Washington sería aún más impensable, ya que sería interpretada como una señal de debilidad por parte de China.

Los expertos coinciden en que, aunque es improbable que Xi asista a la investidura, es probable que los dos mandatarios se encuentren pronto en persona. Trump, conocido por preferir reuniones directas con líderes clave, podría convocar a Xi en un futuro cercano, a medida que las tensiones entre Estados Unidos y China sigan aumentando.

Las relaciones entre ambos países están marcadas por la rivalidad económica y política, y el regreso de Trump a la Casa Blanca promete intensificar aún más esta competencia. Mientras tanto, China adopta una postura de “esperar y ver” los desarrollos posteriores a la toma de posesión, lista para tomar acciones si las políticas de Trump se vuelven más hostiles, como lo anticipan algunos analistas.

En este escenario de alta tensión, la invitación de Trump, lejos de ser un gesto amistoso, podría ser vista por China como parte de una estrategia de manipulación, que podría incrementar el deseo de Pekín de optar por la prudencia y evitar cualquier confrontación directa con el presidente estadounidense.

 

Vía Proceso