Camarillo pacta con Colosio en el Senado y perfila candidatura 2030.
El senador poblano Néstor Camarillo dio el paso que se veía venir desde hace meses: este 25 de agosto de 2025 anunció, a través de un video en redes sociales, su renuncia a la militancia priista y a la dirigencia estatal del PRI en Puebla, reconociendo que “concluye un ciclo”. Su salida deja al tricolor sumido en una de sus peores crisis históricas, debilitado en estructura y con una dirigencia interina encabezada ahora por la diputada Delfina Pozos, quien asumió oficialmente la presidencia del partido, como informó la cuenta estatal del PRI.
La renuncia de Camarillo no solo significa la fuga de un cuadro más, sino la confirmación de que el PRI poblano quedó como un cascarón, sin capacidad de alianza y sin base social. En su mensaje habló de continuar como oposición pero con una “agenda ciudadana”, por lo que se especula que el rumbo de Néstor está en Movimiento Ciudadano (MC), donde busca amarrar un acuerdo estratégico rumbo al 2030.
#Cuadros | 🟥🟧 Nestor Camarillo (@NestorCamarillo) anuncia el fin de su militancia y su renuncia a la dirigencia estatal del #PRI. Dice que seguirá siendo oposición pero con una agenda “ciudadana”. pic.twitter.com/RWFxV3xhZ1
— Moviendo Ideas (@moviendoideas) August 25, 2025
La puerta naranja y la puerta azul:
La dirigente estatal de MC, Fedrha Suriano, negó tener información sobre su posible incorporación, lo cierto es que las negociaciones no pasaron por estructura local ACTUAL. Camarillo movió sus fichas en el Senado, donde mantiene una relación cercana con Luis Donaldo Colosio Riojas, uno de los principales activos del partido naranja y aspirante natural a la presidencia de la República en 2030. Pero la realidad es que la aspiración del ex-priista aún no ha sido palomeada por la dirigencia nacional, aunque admiten que no le hacen feo a un senador de la república.
De acuerdo con fuentes en San Lázaro, el acuerdo político entre ambos contempla caminar juntos hacia la próxima elección presidencial y local: Colosio con la mira en la silla que hoy ocupa Claudia Sheinbaum y Camarillo buscando la candidatura naranja a la gubernatura de Puebla en 2030.
A Colosio, el senador indígena le vendió la idea de una estructura real conformada por cuadros y nombres de reconocimiento en Puebla, siendo el puente para pactar con Acción Nacional y colocar personajes competitivos en las boletas del 2027 que le den a Camarillo una estructura más sólida en su aspiración del 2030. La historia política de Camarillo no se entiende sin su cercanía con Eduardo Rivera Pérez, panista con quien tejió acuerdos en la elección pasada y le ganó su escaño como senador. Esa relación se mantiene, y en el nuevo escenario, podría derivar en una alianza PAN–MC con Camarillo al frente.
Además, parte de la negociación incluye el rescate de figuras políticas de peso, que hoy se encuentran vetadas por el oficialismo de Claudia Sheinbaum.
El PRI en ruinas:
Mientras tanto, el PRI poblano confirmó que Delfina Pozos asume la dirigencia del partido moribundo. Sin embargo, militantes tricolores reconocen en corto que la salida de Camarillo es “el último clavo en el ataúd”. La estructura partidista en el estado se mantiene débil, sin cuadros de peso y con un pasado inmediato marcado por derrotas electorales.
Esto pese a que en el “callejón del rumor” se asegura que Camarillo ya negociaba posiciones internas antes de su renuncia.
