La crisis penitenciaria en Puebla ha escalado peligrosamente. Este miércoles, Juan Pablo N., custodio del penal de San Miguel, fue asesinado a balazos mientras desayunaba en una cocina económica ubicada sobre el Camino al Batán, en la capital poblana. El homicidio se enmarca en una creciente guerrilla interna por el control de los penales, que -se dice en el callejón del rumor- ha cobrado ya varias vidas.
El grupo delictivo “Operativa Barredora” se adjudicó el asesinato de Juan Pablo N., custodio del penal de San Miguel, ocurrido mientras desayunaba en una cocina económica sobre el Camino al Batán.

A través de una imagen difundida en redes sociales, el grupo criminal afirmó que el homicidio fue una represalia por una presunta red de extorsión dentro del penal. La advertencia es clara: podrían registrarse más ataques en los próximos días si no se depura completamente la estructura corrupta que opera desde el interior.
Desde el 16 de julio, los penales de San Miguel Canoa y Tepexi de Rodríguez se encuentran sin una persona al mando, situación que ha generado un vacío de poder y desatado una lucha entre grupos del crimen organizado que operan tanto dentro como fuera de los reclusorios. Lo que se vive, según fuentes penitenciarias, no es casualidad ni una serie de hechos aislados, sino una disputa abierta por el control del sistema.
Los CERESOS ‘El infierno de los policías’.
Hace unas horas fue ejecutado un policía custodio del penal de San Miguel en #Puebla.
Las investigaciones han tomado su rumbo.
No se hagan ideas ‘estúpidas’ de que algo tiene que ver el crimen organizado, que le debía a la maña o que… pic.twitter.com/mtygdwfIdg— Tonny soprano (@soprano_tonny) July 31, 2025
El homicidio de este 31 de julio no es el primer evento violento en semanas. El pasado 25 de julio, un interno fue hallado muerto en su celda del penal de San Miguel. La versión oficial señala que se trató de un suicidio, pero la cercanía con otros hechos levanta sospechas.
Más grave aún, en marzo de este mismo año, un interno identificado como Germán A. fue reportado como desaparecido, y más tarde encontrado sin vida en estado de descomposición dentro del penal. Presentaba signos de asfixia, lo que abre la posibilidad de que haya sido asesinado por otros reclusos y abandonado por horas sin que custodios lo notaran.
Los hechos recientes alimentan la versión de que un grupo de poder originario de Veracruz busca tomar el control de los penales poblanos, pero enfrenta resistencia de facciones internas. La falta de una figura de autoridad ha detonado una tensión permanente, mientras el vicealmirante Francisco Sánchez, titular de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, confirmó el pasado 28 de julio que él mismo seleccionará a los nuevos responsables penitenciarios.
La presión es alta. El vicealmirante ha declarado que el nuevo perfil será también un marino, pero no se trata sólo de disciplina: las lealtades están divididas y se juegan también en escritorios ubicados en Veracruz. La designación no será únicamente administrativa, sino estratégica, pues quien asuma el control deberá mediar entre los grupos que ya se enfrentan dentro de los penales.
Mientras tanto, los custodios están en riesgo y el silencio institucional sobre los móviles de los asesinatos solo incrementa el miedo. Puebla enfrenta una de sus mayores crisis penitenciarias y la violencia interna podría escalar aún más si no se recupera el control del sistema desde la cabeza.