Del 28 de octubre al 3 de noviembre, el Centro Histórico se convierte en un homenaje a la memoria con 28 altares distribuidos en museos, escuelas, hoteles y espacios públicos.
Puebla, Pue.— El Corredor de Ofrendas 2025 regresa al Centro Histórico de Puebla para celebrar una de las tradiciones más queridas de México: el Día de Muertos. Entre el aroma del cempasúchil, el incienso y la nostalgia por quienes ya no están, 28 altares se distribuyen en distintos puntos de la capital, invitando a locales y visitantes a recorrer un homenaje vivo a la memoria y la cultura poblana.
El festival “La Muerte es un Sueño”, que este año cumple 18 años de celebrarse de forma ininterrumpida, fue inaugurado por el alcalde José (Pepe) Chedraui y la presidenta del Sistema Municipal DIF, MariElise Budib, quienes presentaron el Tapete Monumental y la ofrenda principal del Palacio Municipal, dedicada al Beato Juan de Palafox y Mendoza, obispo y virrey de la Nueva España.
Durante la inauguración, Chedraui destacó que esta tradición no solo honra a los fieles difuntos, sino que también impulsa la convivencia, el turismo y la identidad poblana. “El Día de Muertos nos une como comunidad; es una fiesta de memoria, pero también de vida”, expresó.
Un recorrido por la memoria
El Palacio Municipal, ubicado en avenida Juan de Palafox y Mendoza número 14, frente al Zócalo, alberga la ofrenda central dedicada a Palafox y Mendoza, una pieza que combina arte, simbolismo y religiosidad.
En la Casa de la Cultura “Pedro Ángel Palou” (Calle 5 Oriente número 6), los visitantes encontrarán un altar tradicional poblano decorado con papel picado, frutas, pan de muerto y calaveritas de azúcar, elementos que evocan la sencillez y el espíritu familiar de la festividad.
La Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) se suma al corredor con una ofrenda instalada en el Edificio Carolino, dedicada a Melchor Covarrubias, mientras que el Palacio de Justicia, en la 5 Oriente, rinde homenaje al obispo Domingo Panteleón con una ambientación sobria pero profundamente simbólica.
El recorrido también se extiende más allá del Centro Histórico, llegando a las juntas auxiliares de San Francisco Totimehuacan, Santa María Guadalupe Tecola, San Jerónimo Caleras y San Miguel Canoa, además de los municipios de San Andrés y San Pedro Cholula. En cada espacio, el arte efímero de las ofrendas refleja la identidad y el cariño de las comunidades hacia sus seres queridos.
Una tradición que fortalece el orgullo poblano
En la edición anterior, el Corredor de Ofrendas atrajo a más de 450 mil visitantes, mientras que 270 mil personas participaron en actividades culturales paralelas, consolidando a Puebla como uno de los destinos más emblemáticos del país para celebrar el Día de Muertos.
Este año, la expectativa es superar esas cifras, gracias a la diversidad de altares y al entusiasmo de las instituciones participantes, desde sindicatos y museos, hasta hoteles, escuelas y cafeterías que se han sumado a la iniciativa.
El Corredor de Ofrendas 2025 podrá visitarse del 28 de octubre al 3 de noviembre, ofreciendo un viaje lleno de color, historia y emoción. En cada altar, los visitantes encontrarán una historia distinta: un homenaje a la vida, a la familia y a las raíces que hacen de Puebla una ciudad donde la muerte se celebra con alegría.