El “Góber Precioso” estará de vuelta en la comodidad de su hogar con un vaso de cognac. Este sábado 10 de agosto, la jueza Angélica del Carmen Ortuño Suárez ordenó el cambio de medidas cautelares que permitirá a Mario Marín, exgobernador de Puebla, continuar su proceso judicial en libertad, tras el pago de una multa de tan solo 100 mil pesos.
El timing de esta decisión es llamativo, a pocas semanas de que termine el sexenio de Andrés Manuel López Obrador y de Sergio Salomón en Puebla. La resolución no solo carga un evidente peso político, sino que también pone en el centro de la controversia al Poder Judicial, justo en medio del debate sobre la reforma judicial.
Esta liberación no es un hecho aislado. Apenas el pasado 7 de agosto, Adolfo Karam, otro personaje clave del marianismo y también acusado por el caso de tortura contra Lydia Cacho, logró el mismo cambio de medida cautelar. ¿Coincidencia? Es difícil no preguntarse si alguien dentro del marianismo está moviendo hilos para limpiar las cuentas pendientes antes de que finalice el sexenio.
