El PRI Puebla y el juego por la supervivencia

Por: Héctor Llorame

@HectorBLN

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Mientras el dirigente estatal del PRI en Puebla, Néstor Camarillo Medina, celebra su senaduría de adscripción indígena validada por el TEPJF, también busca negociar la supervivencia de su partido y concretar su reelección para continuar al frente del tricolor hasta 2029.

El aún diputado local sigue los pasos de su líder político Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas, presidente nacional priista, quien busca reelegirse aunque esto agudice la división y la crisis que atraviesa el partido tras la elección del pasado 2 de junio.

Esto ha repercutido en Puebla, ya que priistas disidentes o que no obtuvieron candidaturas en el reciente proceso electoral, achacan la debacle del PRI a Camarillo Medina y su grupo, pues acapararon las postulaciones y los espacios en la dirigencia estatal.

Aunque era predecible el triunfo de Morena, la gestión del ahora senador electo siempre careció del respaldo y legitimación de la militancia, ya que es visto como una imposición de Moreno Cárdenas desde que lo hizo presidente del tricolor en 2020.

El exalcalde de Quecholac también ha enfrentado la mayor fuga de priistas, entre legisladores, alcaldes y exfuncionarios que ahora son morenistas con candidaturas y cargos, pero lo acusan de excluirlos y orillarlos a abandonar el partido

Lo cierto es que varios de ellos operaban para la 4T desde hace meses, sometidos por el difunto exgobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, que controlaba al PRI poblano a través del diputado local Jorge Estefan Chidiac, hoy secretario de Educación del estado.

Con miras a la sucesión, otros priistas prefirieron sumarse a los exdirigentes estatales del PRI, el senador Alejandro Armenta Mier o el diputado federal Ignacio Mier Velazco y, una vez que el primero fue hecho candidato de Morena y luego gobernador electo, el viejo priismo poblano cerró filas en torno a él.

Mientras el próximo gobierno estatal tendrá a priistas de cepa en sus filas, lo que queda del partido será puesto al servicio de Armenta Mier para lo que pueda serle útil, como dividir el voto o simular oposición.

Camarillo Medina ha comenzado con esta negociación, pues hace unos días reclamó que fue un error la alianza con el PAN y el PRD, a pesar de que gracias a ellos podrá estar en el Senado de la República los próximos seis años.

El aún diputado local además advirtió que “se analizará” la continuidad de la alianza y su posible disolución para la elección de 2027, al afirmar que el tricolor tiene la fuerza para competir en solitario con candidaturas propias.

En tanto, Néstor Camarillo deberá enfrentar a quienes no han abandonado el barco priista porque buscan echarlo, con el mismo objetivo: poner al PRI Puebla al servicio de un nuevo amo.

 

Autor  Héctor Lloramé