El pueblo maseual de Puebla derrota a Minera Autlán: cancelan concesiones tras 11 años de resistencia

Por: Rocío Rios

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“Nuestro territorio no es un recurso. Es nuestro cuerpo, nuestra memoria, nuestra espiritualidad. Necesitamos paz para poder florecer” 

Cuetzalan del Progreso, Pue. a 2 de julio de 2025.- Tras más de una década de litigio, organización comunitaria y resistencia pacífica, el pueblo maseual de la Sierra Norte de Puebla logró una victoria jurídica histórica: la cancelación definitiva de las concesiones mineras Atexcaco I, Atexcaco II y Macuilquila, otorgadas a Minera Autlán y operadas a través de sus subsidiarias Minas Santa Martha y Grupo Ferrominero.

La resolución fue dictada por el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Sexto Circuito, que declaró infundado el recurso de inconformidad 24/2024 interpuesto por las empresas, reconociendo así el derecho del pueblo maseual a la autodeterminación territorial.

Una victoria contra el modelo extractivo

Durante más de 11 años, las comunidades maseuales de Tlatlauquitepec, Cuetzalan del Progreso y Yahonáhuac enfrentaron el intento de imponer un proyecto de minería a cielo abierto para extraer oro, plata y cobre, sin su consentimiento y en territorios que consideran sagrados.

Desde 2018, las comunidades habían logrado un amparo contra las concesiones, ratificado en 2022, pero impugnado de inmediato por Minera Autlán, que persistió en imponer el modelo extractivo mediante litigios prolongados. Esta última resolución cierra de forma definitiva el expediente y anula legalmente las concesiones.

Consulta indígena, no simulación

A diferencia de los procesos impuestos por el Estado y empresas, en este caso se realizó una consulta libre, previa e informada con base en usos y costumbres, organizada por el Consejo Maseual Altepetajpianij, en colaboración con la Secretaría de Economía y el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI). El proceso incluyó más de 44 asambleas comunitarias, en las que se discutieron a profundidad los impactos ambientales, sociales y culturales de la minería.

El tribunal reconoció la legitimidad del proceso de consulta, al considerar que se apegó a la cosmovisión, estructuras comunitarias y formas de decisión del pueblo maseual, lo que representa un precedente legal importante para otros pueblos originarios del país.

Defensa del “altepet”: territorio, agua y vida

Más allá de una batalla legal, este caso visibiliza la defensa del “altepet”, concepto central en la visión maseual, que integra cerro (tepet), agua (at) y comunidad. Las concesiones anuladas afectaban directamente manantiales, cerros sagrados y zonas de cultivo, fundamentales para la subsistencia y espiritualidad de las comunidades.

“Nuestro territorio no es un recurso. Es nuestro cuerpo, nuestra memoria, nuestra espiritualidad. Necesitamos paz para poder florecer”, afirmaron las comunidades en un escrito dirigido al tribunal.

Un parteaguas en la defensa indígena

Este triunfo no solo detiene un proyecto extractivo, sino que desmonta la narrativa dominante del desarrollo impuesta por grandes corporaciones y gobiernos que, durante años, impulsaron concesiones sin consentimiento, muchas veces con apoyo institucional y represión hacia defensores del territorio.

La resolución representa un triunfo colectivo que puede fortalecer la defensa jurídica de otros pueblos indígenas frente a megaproyectos extractivos. Asimismo, deja un mensaje claro: la organización comunitaria, la memoria histórica y la defensa espiritual del territorio pueden frenar al capital depredador.