Ejecutan a ‘La Ranita’, chofer de transporte público en Cuacnopalan; su cuerpo apareció desmembrado en Azumbilla
Óscar Uriel N., mejor conocido como “La Ranita”, fue identificado como uno de los cuerpos hallados en el paraje La Poza, sobre la carretera federal Azumbilla–El Seco. El crimen exhibe la vulnerabilidad en la región y la falta de garantías de seguridad para transportistas.
El cuerpo desmembrado de Óscar Uriel N., conocido como La Ranita, fue localizado durante las primeras horas de este jueves en el paraje denominado La Poza, a un costado de la carretera federal 144 Azumbilla–El Seco, en el municipio de Nicolás Bravo. La víctima fue identificada por familiares la tarde del mismo día.
Óscar Uriel era chofer y concesionario de la ruta 2 Cuacnopalan–Tecamachalco, además de operar un negocio de distribución de cervezas y refrescos en Cuacnopalan. La noticia de su asesinato ha causado profunda consternación entre vecinos, colegas transportistas y habitantes de la región.
De acuerdo con versiones preliminares, Óscar habría sido privado de su libertad la noche del miércoles 2 de julio por sujetos armados. Al amanecer del jueves, su cuerpo fue hallado envuelto en bolsas de plástico y desmembrado. La escena fue acordonada por elementos de la Policía Municipal, Estatal y personal del Ejército Mexicano, quienes montaron un operativo de seguridad en el área.
Hasta el momento, la Fiscalía General del Estado (FGE) no ha emitido información oficial sobre el número de víctimas ni sobre los avances de la investigación, aunque se confirmó que el cuerpo encontrado corresponde a La Ranita. No se ha descartado que haya más personas ejecutadas en el mismo hecho.
Este asesinato se suma a una lista creciente de crímenes violentos contra transportistas y concesionarios en el sur del estado, en donde la presencia de grupos delictivos ha generado un clima de inseguridad que las autoridades no han logrado contener.
Cuacnopalan, Tecamachalco y Azumbilla se encuentran dentro de un corredor de alto riesgo para el transporte de carga y público, con múltiples antecedentes de asaltos, secuestros y ejecuciones. A pesar de ello, los esfuerzos por reforzar la seguridad han sido intermitentes y poco eficaces.
Apenas la semana pasada, autoridades estatales reportaron la detención de tres hombres armados —uno con un fusil AK-47— en la autopista México–Puebla, a la altura de Huejotzingo. Los detenidos están relacionados con robos a transportistas. Sin embargo, estos operativos no han llegado al corazón del conflicto en la región suroriental, donde los transportistas operan en constante riesgo de extorsión, asalto o asesinato.