Con frases contundentes como “Aportar lo mejor de mí para Puebla” y “hay que cerrar ciclos, hay que ver hacia adelante y hay que volar alto”, Camarillo confirmó su apuesta por un nuevo ciclo político.
El senador poblano Néstor Camarillo Medina rompió el silencio sobre su salida del PRI, tras más de dos décadas de militancia y de haber sido su dirigente estatal. En entrevista con Tonny Soprano para Moviendo Ideas, explicó que su decisión de sumarse a Movimiento Ciudadano (MC) responde a ideales y convicciones, pero también -entre líneas- a la falta de “futuro político” en el tricolor, pues admite que su afiliación al naranja es “por futuro”.
“Qué poblano no sueña con ser gobernador”
“Qué poblano no sueña con ser gobernador”, respondió al ser cuestionado sobre sus aspiraciones, dejando entrever que su meta está en 2030, cuando MC proyecta a Luis Donaldo Colosio Riojas a la Presidencia, con él como candidato a gobernador de Puebla.
La negociación de su salida no se gestó en Puebla, sino en San Lázaro y en Bruselas, Bélgica, donde participó en la 31 Reunión de Comisiones Parlamentarias Mixtas México–Unión Europea el 13 de mayo. Ahí, junto con Clemente Castañeda Hoeflich, coordinador de MC en el Senado, comenzó a cocinarse su incorporación, respaldada después por su cercanía con Luis Donaldo Colosio Riojas, su compañero en el senado.
Camarillo fue cuestionado sobre la herencia del PRI: defendió la creación de instituciones y negó la protección de cárteles, pero reconoció que la corrupción debilitó al partido. Eximió al tricolor del asesinato de Colosio, hoy uno de los emblemas de MC; al mismo tiempo admitió que “no metería las manos al fuego por Bartlett” y que hubo personajes que abusaron del poder.
“Gracias por todo el apoyo cuando fuimos amigos”
Negó haber vendido candidaturas, rechazó tomar postura sobre los González Vieyra —exalcaldes de MC presos por corrupción— y se limitó a señalar que la justicia debe actuar. En la charla, Camarillo negó haber traicionado a alguien o vendido candidaturas mientras fue dirigente priista. También aceptó que su relación con Alito Moreno y Estefan Chidiac está rota, aunque reiteró: “De mi parte no hay rencores”, pero admitió que ya no hay amistad.
Sobre el gobernador Alejandro Armenta, dijo que mantiene una relación meramente institucional y que, como senador de MC, seguirá cuestionando al poder cuando sea necesario. Rechazó evaluar su gestión antes de diciembre, cuando cumplirá un año en el cargo.
Cauteloso, advirtió que podría enfrentar una embestida judicial, pero afirmó estar preparado.
“Hay un gran panismo en Puebla”
Respecto a alianzas, rechazó ver un bloque MC-PAN-PRI en 2027, aunque admitió que no está en sus manos dejó entre dicha la posibilidad de acuerdos futuros con Acción Nacional, pese a sus diferencias con el dirigente estatal Mario Riestra, con quien espera tener una reconciliación. “Hay un gran panismo en Puebla”, dijo. En contraste, elogió a Susana Riestra como “gran legisladora” y reconoció a Eduardo Rivera Pérez, exalcalde panista, como un político con futuro en distintos cargos, incluso en la gubernatura.
Con un mensaje a su base priista, los llamó a seguirlo en esta nueva etapa: “Hay que cerrar ciclos, ver hacia adelante y volar alto”.
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