Puebla, Pue. En los más de 120 días de paros por la pandemia del Covid-19, 1,500 franquicias ubicadas en Puebla y municipios conurbados han quebrado y son puestas a la venta con 40% por debajo de su valor real, con el propósito de poder obtener ingresos y pagar deudas o liquidar al personal, que en total significan más de 7,500 despidos.
Francisco Lobato Galindo, presidente de la Red Mexicana de Franquicias, dijo que los cierres de negocios se dieron entre abril y junio pasado, debido a que los propietarios no resistieron más la falta de ingresos en este tiempo y que tenían la esperanza de reabrir a principios de junio, de acuerdo a lo que preveía el gobierno estatal para el sector restaurantero incluidas cafeterías y negocios de comida rápida.
Refirió que en junio pasado empezaron a cancelar los contratos de arrendamiento tanto de inmuebles como de comercio y oficina, derivado de los cierres temporales y al ver que no había fecha para reaperturas por parte de la autoridad estatal que emitió los decretos para suspender actividades en negocios no esenciales desde el 20 de marzo.
También está muy afectado el sector hotelero, hay cerca de 40 hoteles de franquicia en la ciudad de Puebla que están quebrados y que representan 15% del sector; lo mismo pasa en el sector gasolinero, hay avisos de emplazamiento del cierre de 50 gasolineras, la mayoría en la figura de franquicia, y que operan ya en números rojos por las bajas ventas de combustible, debido a la falta de movilidad de la gente y de la actividad comercial, comentó.
“Apenas estamos empezando a ver los estragos de la pandemia y esto no va a mejorar si los negocios en general tampoco reabren con todas las medidas de seguridad, lo cual deben entender los gobernantes”, apuntó Lobato Galindo.
Comentó que había más de 4,300 unidades de negocios bajo ese esquema en el estado, considerando las que quebraron y el destino que pueden tener otras en lo que resta del presente año.
Malbaratar negocios
Añadió que los dueños de las franquicias están recurriendo a la venta de negocios por necesidad, en muchos casos malbaratándolos, por la urgencia de conseguir dinero para liquidar a los empleados y pagar préstamos de bancos que no dan tregua en este tiempo de crisis.
Asimismo, comentó que las franquicias de alimentos o cafeterías pequeñas tienen entre cuatro y cinco empleados, las cuales resistieron sólo dos meses de paros, después de estar funcionando entre ocho y 15 años, ubicados en el Centro Histórico o centros comerciales en la zona limítrofe con San Andrés Cholula y San Pedro Cholula.
Indicó que los préstamos que ofrece Nacional Financiera (Nafin) son opciones inviables para las franquicias, ya que sólo eran para subsistir y no para reabrir, por ello nadie quiso recurrir a la ayuda considerando que deben pagarlos cuando no hay ingresos.
A su vez, advirtió que la actividad económica en general está en crisis, donde también parte de la culpa de no reactivarse obedece a que las personas continúan sin respetar las disposiciones y eso no permite bajar las cifras de contagios por Covid-19, para que las autoridades den paso a la reapertura de negocios.
Reiteró que acataron las restricciones desde un principio e intentaron aguantar todos los cierres sin ingresos pero varios llegaron al límite y ahora están las consecuencias de despedidos que van a seguir así como la quiebra de más negocios.
