RIQUELME Y LOS COYOTES DE BARTLETT

Por: Admin

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El gobernador Miguel Riquelme retoma el control al colocar en el cuadrante a un personaje central en la mina de Sabinas: Manuel Bartlett, el director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que les compró carbón.

Por Julián Andrade

 

EMEEQUIS.– El rescate de los 10 mineros en Sabinas se complica. Es probable que aún se demore por algunos días, y acaso semanas, el salvamento. Protección Civil y la Cancillería ya están buscando a los expertos extranjeros que puedan aportar conocimiento, operación y experiencia.

Son ya más de 300 horas de angustia de las familias de los trabajadores atrapados en Pinabete. Es una bomba de tiempo social que estallará en cualquier momento. 

Como ocurrió con Pasta de Conchos, luego de las urgencias de la tragedia vienen las acusaciones y los reproches.

En febrero de 2006, cuando explotó la mina y dejó atrapados a 65 trabajadores, el mandato de Humberto Moreira apenas comenzaba, es más, llevaba poco más de un mes en el cargo, lo que le permitió enfrentar la situación desde tres vertientes. La primera atendiendo la emergencia de modo presencial en el lugar, inclusive durmió en el lugar en una camioneta; la segunda con una actuación pronta de la Procuraduría de Estado que pudo determinar las responsabilidades de los inspectores de la Secretaría del Trabajo, quienes fueron bastante negligentes al no supervisar el polveo de los túneles y que los equipos de detección de metano estuvieran funcionando adecuadamente y, la tercera,  con un esquema de defensa política ante la serie de ataques de quienes querían desviar la atención de sus propias responsabilidades.

Miguel Riquelme, en cambio, tiene que atender el problema en la recta final de su gobierno y a unos meses de que se designen los candidatos a sucederlo. Un contexto sin duda de riesgo y que van a intentar utilizar sus adversarios.

Por eso hizo bien en establecer el tablero de la disputa y colocar en el cuadrante a un personaje central en toda esta historia: Manuel Bartlett, el director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

En efecto, la CFE no solo le compró carbón a la mina que ahora está inundada, sino que lo hizo con decenas de pequeños productores que no cumplen con las normas elementales de seguridad.

“Bartlett fomenta el coyotaje”, señaló el gobernante coahuilense, al revelar los estragos que ha causado la política que tenía, o tiene, la finalidad de golpear a las compañías poderosas, pero a costa de los propios mineros.

A ello hay que sumar la ausencia de revisiones, que competen al gobierno federal, o peor aún, la corrupción que implicó el que se trabajara en ese pozo a sabiendas de lo que podía ocurrir.

En las próximas semanas se tendrá que dar a conocer la información a ese respecto, y no hay forma de que en la 4T salgan bien librados, de ahí que la disputa esté por comenzar.

 

ALITO, LA TORMENTA DEL DESAFUERO QUE SE AVECINA

Renato Sales Heredia le acaba de regalar a los legisladores de Morena una herramienta muy útil cuando se está negociando la reforma electoral: la solicitud de desafuero de Alejandro Moreno, el líder del PRI.

Más allá de los méritos de la indagatoria de la Fiscalía de Campeche, lo evidente es que el tema será parte del jaloneo de los próximos meses.

Sales Heredia suele ser cuidadoso en lo que le compete, y por ello aclaró que los audios que difunde la gobernadora Layda Sansores, de modo por demás ilegal, no forman parte del expediente contra Alito.

Lo que sí está integrado en los documentos entregados en la Cámara de Diputados, son las acusaciones por la riqueza de Alito, que la fiscalía considera desproporcionada. Una mansión de 130 millones de pesos parece ser el centro del litigio, además de evidencias encontradas en los cateos a las propiedades de quien también fue gobernador de Campeche.

Morena jugará la carta, como ya lo hizo con Francisco García Cabeza de Vaca. La sola amenaza es ya un servicio a sus intereses políticos. Además, la posibilidad misma de consumar el desafuero, les da un margen de maniobra nada despreciable.

Alito señala que todo es un show mediático y que forma parte de las presiones a la oposición. Puede ser, pero debería de dejar de hablar en plural, si en algo quiere proteger y ayudar a sus colegas de Va por México, quienes seguramente están haciendo cuentas de los rendimientos decrecientes que ya representa del presidente de los priístas.

 

@jandradej