Inseguridad y presión política: Coronango en la mira de Gobernación para un posible “cabildazo” contra el alcalde Armando Aguirre
El municipio de Coronango vive una escalada de tensión que combina crisis de seguridad y presión política. En el callejón del rumor circula que desde la Secretaría de Gobernación estatal se analiza la posibilidad de dar bandera verde a un “cabildazo” para lograr la salida del alcalde Armando Aguirre, a quien se señala de ineficiencia en la gestión y falta de control en materia de seguridad.
La situación se desbordó la noche del 7 de agosto, cuando un robo violento a una familia, presuntamente cometido por un comando armado, detonó la toma del Complejo de Seguridad Pública por parte de vecinos. Los inconformes exigieron mayor presencia policial, instalación de casetas de vigilancia en accesos y salidas y la destitución del comisario Óscar David Vargas Bonilla. La molestia se dirigió también contra el uso de recursos públicos en cámaras de videovigilancia que, aseguran, “no sirven de nada si no hay detenciones”.
Amaneció y las protestas escalaron con amenazas de bloqueo de la autopista México–Puebla y del Periférico Ecológico si no había respuesta inmediata. El conflicto está lejos de terminar, pues mientras el afectado directo sostiene un diálogo con el comisario, otros grupos de pobladores mantienen movilizaciones frente al Ministerio Público y han comenzado a congregarse en el Zócalo municipal para exigir acciones urgentes contra la inseguridad.
#EstaPasandoAHORITA Pobladores de #Coronango se organizan para cerrarle la presidencia municipal a Armando Aguirre (@AarmandoAguirre). Pese a que el afectado por el robo que detonó el asunto ya está hablando con el comisario, el hartazgo colectivo por la inseguridad ha enardecido… https://t.co/WuRhReYUQk pic.twitter.com/f3AgsHTpz3
— Moviendo Ideas (@moviendoideas) August 8, 2025
Las denuncias de los vecinos incluyen extorsiones, robos, cobro de piso y otros delitos recurrentes, que, aseguran, han incrementado en los últimos meses. El hartazgo colectivo ha derivado en llamados a cerrar la presidencia municipal y forzar un encuentro directo con el alcalde. La ola de inseguridad no solo genera protestas ciudadanas, sino que alimenta el escenario político para un eventual relevo en la administración.
En el plano estatal, un “cabildazo” en Coronango representaría un movimiento de alto impacto político. La gobernabilidad del municipio pende de un hilo, con un ambiente social que —como advierten algunos actores locales— “amenaza con incendiarse” si no se atiende de inmediato.
