Debido a estas acciones, se ha podido brindar tranquilidad y seguridad a los habitantes del municipio de Pitiquito
Pitiquito, Sonora, 19 de abril de 2025. El Gobierno del estado de Sonora logró recuperar dos minas de oro y 42 ranchos ganaderos que, durante más de cinco años, estuvieron bajo el control de células criminales ligadas a “La Chapiza”, organización identificada como brazo operativo de “Los Chapitos”, hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
La información fue confirmada por el titular de la Secretaría de Seguridad Pública del estado, Víctor Hugo Enríquez, quien destacó que con estas acciones se ha logrado devolver la tranquilidad al municipio de Pitiquito, una comunidad que prácticamente se encontraba bajo el dominio de dicho grupo criminal.
Minas de oro explotadas para financiar al crimen organizado
Durante un recorrido de supervisión del Plan de Rescate de Ciclos Productivos, realizado el pasado 15 de abril, asesores en seguridad minera revelaron que las minas de oro La Ciénega y Rancho Colorado fueron explotadas por “La Chapiza” al menos desde hace cinco años. Según estimaciones, estas minas generaban ganancias mensuales superiores a 1.6 millones de dólares, fondos que presuntamente eran utilizados para financiar las operaciones del grupo delictivo.
Además de la actividad minera ilegal, “La Chapiza” controlaba 42 ranchos ganaderos en la zona, cuya producción también representaba importantes ingresos ilícitos. Enríquez detalló que los trabajadores de estos ranchos, en su mayoría habitantes locales, eran sometidos a condiciones de explotación laboral y vivían bajo amenazas constantes, lo que generó miedo y un freno a la productividad regional.
Operativo conjunto y retorno de desplazados
La recuperación de estos espacios fue posible gracias a una serie de operaciones de seguridad que incluyeron patrullajes terrestres, sobrevuelos, vigilancia con drones y el desmantelamiento de infraestructura de comunicación utilizada por la organización criminal. También se instalaron bases operativas permanentes en puntos estratégicos del municipio.
Enríquez subrayó que uno de los efectos más graves del control de “La Chapiza” en Pitiquito fue el desplazamiento forzado de numerosos pobladores que abandonaron sus hogares por temor a la violencia. Sin embargo, tras la recuperación del territorio, muchas de estas personas han comenzado a regresar, lo cual, según el funcionario, es vital para la reactivación económica del municipio.
Durante el recorrido, un expropietario de uno de los ranchos —quien pidió mantenerse en el anonimato— relató que fue víctima de múltiples agresiones y terminó despojado de su propiedad. También afirmó que perdió al menos 700 cabezas de ganado mientras su rancho estuvo en manos del grupo criminal
Finalmente, Víctor Hugo Enríquez aseguró que se mantendrá una vigilancia constante por aire y tierra en la zona de Pitiquito para prevenir el regreso de grupos delictivos y consolidar los avances en materia de seguridad. “El objetivo es garantizar la paz y el bienestar de las familias que por años vivieron bajo amenazas y condiciones de miedo”, concluyó.