Aunque esta decisión, según expertos, se advierte como un acto de conveniencia, que no fue un “favor” sino una medida estratégica
Ciudad de México, 2 de mayo de 2025 — La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, calificó como “una muy buena noticia” la reciente decisión del gobierno de Estados Unidos de mantener en cero los aranceles para las autopartes producidas en territorio mexicano, en línea con lo estipulado en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC).
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum destacó el beneficio que esto representa para la industria automotriz nacional. “Ayer hubo una muy buena noticia para México: salió una publicación de Estados Unidos de CBP en donde las autopartes mexicanas, que se producen en México, tienen cero aranceles (…) es una muy buena noticia”, afirmó.
Sin embargo, aunque el gobierno mexicano ha presentado la medida como un respaldo del gobierno estadounidense, analistas del sector comercial señalan que esta decisión no debe interpretarse como un gesto de buena voluntad —y mucho menos como un “favor” del expresidente Donald Trump, aspirante nuevamente a la Casa Blanca— sino como una acción guiada por intereses económicos y estratégicos, ante la fuerte interdependencia entre las industrias de ambos países.
Al respecto, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard Casaubon, detalló que las autoridades aduaneras estadounidenses recibieron nuevas instrucciones oficiales, en las que se reitera que las autopartes procedentes de México seguirán sin pagar aranceles, de conformidad con los compromisos adquiridos en el TMEC.
“Ha sido una de las principales preocupaciones de la presidenta Sheinbaum que a las autopartes en México se les dé el trato previsto en nuestro tratado con Estados Unidos y Canadá. Quiere decir que no se les impongan tarifas, aranceles y que podamos seguir exportando”, expresó Ebrard.
No obstante, voces críticas advierten que este tipo de decisiones deben analizarse con cautela. La medida responde más a una lógica de preservación de cadenas de suministro y competitividad regional que a una política pro-México. Con la cercanía de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, observadores subrayan que las señales comerciales hacia México pueden cambiar rápidamente según los intereses políticos del momento.