Ciudad de México. El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) ha aprobado la concentración de Altán Redes en manos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), consolidando a esta última como el nuevo dueño de la operadora responsable de la Red Compartida en México. Este movimiento marca un paso significativo en el sector de telecomunicaciones, ya que la CFE ahora estará presente tanto en el mercado mayorista como en el minorista.
El aval del IFT, emitido en el expediente UCE/CNC-006-2024, incluye una serie de condiciones que buscan evitar distorsiones de mercado y garantizar la competencia. La resolución llega cinco semanas después de que la Unidad de Competencia Económica del propio Instituto identificara riesgos relacionados con esta concentración.
Desafíos regulatorios y condiciones
El IFT deberá justificar cómo esta operación, que posiciona a la CFE como un jugador predominante, no afectará la competencia, especialmente en un mercado donde las empresas privadas enfrentan altos costos por el uso del espectro. Además, se evaluará si la decisión cumple con las disposiciones del T-MEC, considerando que Altán Redes es una empresa público-privada que también opera en mercados comerciales.
Impacto de la operación
Con esta aprobación, la CFE está a un paso de formalizar su control sobre Altán Redes, cuya infraestructura da soporte a más de 135 empresas de telecomunicaciones y servicios 4G-LTE que alcanzan a 17 millones de usuarios. Además, esta red es clave para proyectos gubernamentales de conectividad en sectores como salud y educación.
No obstante, la operación plantea interrogantes sobre cómo la CFE gestionará la deuda de Altán, valorada en 33 mil millones de pesos, y sobre su papel en la reconstrucción del ecosistema competitivo en telecomunicaciones.
Antecedentes y proyecciones
Altán Redes, que salió de un concurso mercantil en 2022 tras un rescate gubernamental de 266 millones de dólares, ya había visto al Estado convertirse en su principal accionista. Ahora, con la entrada de la CFE como propietaria, se espera una mayor integración en proyectos estratégicos, como la expansión de servicios de conectividad social.
El futuro de la Red Compartida y su impacto en el mercado dependerá de cómo se implementen las condiciones impuestas por el IFT y de si la CFE logra equilibrar sus operaciones en los mercados mayorista y minorista sin perjudicar la competencia.
Esta decisión también se da en un contexto en el que el sector enfrenta desafíos regulatorios y presiones económicas, especialmente con el próximo inicio de la licitación de espectro 5G en México.