El proyecto de Ebrard luce casi descartado. El dirigente reconoce que no es un candidato con handicap. Nuevo León como único destino.
Dante Delgado inició hoy viernes una serie de pláticas para avanzar en la definición de la candidatura presidencial de MC. Las mismas se activan en un clima de cierto nerviosismo al interior del partido naranja porque se comienza a cristalizar la noción de que si MC no tiene como candidatos o a Samuel García o a Luis Donaldo Colosio, es muy alta la posibilidad de perder el registro lo cual sería un problema hacia 2030.
Esta posibilidad cobraría aún más fuerza si el candidato fuera Dante Delgado, quien se define como la opción final. El dirigente, lo reconoce él mismo en privado, nunca ha disfrutado hacer campañas ni tener contacto directo con los electores.
A esto se agrega que el partido ha desarrollado una mensaje nacional de corte juvenil, alegre, fresco y de renovación, uno llamado “movimiento de la alegría”, que no tendría demasiado que ver con Delgado.
El inconveniente de no tener un candidato taquillero es que si la elección presidencial se vuelve muy polarizante entre Morena y el Frente, y Dante insiste en no ir en alianza, hay altos riesgos de obtener un porcentaje marginal.
El proyecto de una candidatura de Marcelo Ebrard, que entusiasmaba a Delgado, parece cada vez más lejano porque el ex canciller, aún con sus críticas al proceso interno de Morena, no se iría a otro partido político.
Así las cosas, todo se reduce a Samuel o a Colosio. El primero es de los gobernadores con mejor imagen en México y lleva adelante un ambicioso plan de gobierno en Nuevo León.
Colosio en privado insiste en que será candidato nuavamente a la alcaldía regia, donde protagoniza una getsión dificultosa, con fuertes problemas de funcionamiento y con algunos casos de corrupción que ya han alcanzado estado público.