Activistas y migrantes han acusado al presidente Andrés Manuel López Obrador de ignorar la creciente violencia y corrupción en la frontera sur de México, que ha empeorado en los últimos meses. La crítica se centra en la reciente implementación de políticas migratorias que, según ellos, han exacerbado la situación.
José Gildardo Galdámez Peregrino, presidente del Colegio de Abogados de Migración y Derechos Humanos de México, afirmó en una entrevista que las sospechas de corrupción se intensificaron desde el 23 de agosto. En esa fecha, Estados Unidos permitió a los migrantes gestionar sus citas de asilo desde Chiapas y Tabasco, una medida que, según Galdámez, ha dejado a los migrantes más expuestos a fraudes y explotación por parte de organizaciones criminales.
Galdámez describió la nueva medida de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) como una “trampa” destinada a frenar el avance de los migrantes hacia la frontera de México con Estados Unidos. Aseguró que la aplicación CBP One ha retrasado significativamente el proceso de obtención de citas, y que las autoridades están “entreteniendo” a los migrantes para que queden a merced de la delincuencia y la corrupción.
Los migrantes también enfrentan riesgos graves debido a las disputas entre cárteles del narcotráfico en la región. López Obrador reconoció la semana pasada que estas disputas han desplazado a 300 familias mexicanas hacia Guatemala.
Carlos Manuel Sanabria, un migrante hondureño, compartió con EFE su angustia sobre las condiciones que enfrenta durante su tránsito por México. Sanabria relató que los migrantes sufren asaltos, secuestros y robos, y que el crimen organizado mantiene a los indocumentados atrapados tras cruzar el río Suchiate, que separa México de Guatemala.
El director de la organización Pueblos Sin Fronteras, Irineo Mujica, también cuestionó las recientes promesas del Instituto Nacional de Migración (INM) sobre el traslado de migrantes con citas de CBP One a la frontera norte. Mujica sugirió que esta medida es una táctica para contener la migración en la frontera sur mientras se acercan las elecciones presidenciales.
Los críticos demandan una respuesta más efectiva del gobierno mexicano para abordar tanto la violencia como la corrupción que afectan a los migrantes en la frontera sur, exigiendo una atención más urgente y coordinada a esta crisis humanitaria.
Vía Latinus
