Delgado dice que puede anotarse en la encuesta de la CDMX y retener Morena: complica plan de Adán Augusto de ir por la dirigencia

Por: Admin

COMPARTE:

Facebook
X
WhatsApp

Efectos y definiciones tras un sondeo decisivo. Heridas de las giras. Rosa Icela y Clara Brugada en el tablero.

 

 Rumbo a la definición de la candidatura presidencial de la 4T, el sondeo de ayer lunes de Grupo Reforma tuvo un impacto en diversos cálculos electorales al interior del oficialismo.

Así como dicho sondeo es un golpe frontal a Marcelo Ebrard, también agita los ánimos en la CDMX. El lugar periférico de Ricardo Monreal en la encuesta que publica el periódico más denostado por Andrés Manuel López Obrador ha entusiasmado a otros actores de Morena que miran hacia la capital como es el caso de Mario Delgado.

Desde ayer lunes el dirigente de Morena ha sostenido algunos encuentros para sondear la posibilidad de anotarse en la encuesta capitalina y, en el caso de perder, regresar a la dirigencia en un movimiento consensuado con el presidente y Claudia Sheinbaum, quien, según estima Delgado, será la ganadora de la encuesta final.

Esta maniobra tiene un damnificado directo en la figura de Adán Augusto López Hernández, que por estas horas cultiva la posibilidad de salir tercero en el sondeo de la 4T y poder pedirle a López Obrador la dirigencia del partido gobernante. “Ser dirigente de Morena es lo mismo que ser vicepresidente”, le dice el exgobernador a su alicaído staff de campaña, en un intento de aportar alguna dosis de futuro.

El inconveniente de esta jugada es que el entorno de Sheinbaum terminó la campaña con cierto malestar hacia Adán Augusto. Se habla de ciertas hostilidades en eventos públicos que habrían sido orquestadas por el ex titular de Segob. Así las cosas, el único destino factible sería San Lázaro con la única posibilidad de trepar al Senado si Marcelo Ebrard sale del proceso enemistado con López Obrador.

La encuesta de Reforma tuvo eco también en Iztapalapa. Clara Brugada, que es la candidata apalancada por el vocero Jesús Ramírez, se asume como favorita porque, como dice en privado, solo Omar García Harfuch puede disputarle el predominio en el sondeo.

Rosa Icela Rodríguez también cree tener posibilidades y asegura que López Obrador la dejaría participar de la encuesta. El problema es que hace dos meses encargó un sondeo y en todos los careos con los posibles candidatos de la oposición el resultado fue más bien olvidable. De ahí que en el entorno presidencial se diga que para lanzar a Rosa Icela y perder es mejor apostar por Luis María Alcalde y que la primera termine el sexenio despachando en el Palacio de Covián.