El programa insignia del gobierno en el sector salud, el IMSS-Bienestar, enfrenta dificultades en Puebla debido al estado precario de sus ambulancias. Documentos oficiales revelan que el tiempo de respuesta supera los 45 minutos, con vehículos en talleres más que en acción médica.
Según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el desgaste por el uso continuo, especialmente durante la pandemia de COVID-19, ha dejado a muchas unidades en mal estado. Algunas ambulancias pasan más tiempo en reparaciones que en la calle, lo que afecta la atención de emergencias y pone en riesgo la salud de los pacientes.
La flota actual tiene más de 10 años de servicio, superando su vida útil. La falta de mantenimiento especializado y equipamiento adecuado obstaculiza la atención prehospitalaria en casos críticos.
A pesar de la necesidad evidente, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público aún no ha autorizado los fondos necesarios para adquirir nuevas ambulancias, lo que podría empeorar la situación y aumentar los costos a largo plazo.
El presidente López Obrador ha expresado su compromiso de mejorar el sistema de salud pública, pero la falta de acción inmediata en Puebla destaca la brecha entre los planes gubernamentales y la realidad en el terreno.
Vía Eme Equis