Nuevo León – Diego Santoy Riveroll, conocido como el ‘asesino de Cumbres’, ha obtenido su título de abogado tras completar con éxito sus estudios en la Universidad Ciudadana de Nuevo León. Esta noticia marca un giro significativo en la vida de Santoy, quien fue condenado por el homicidio de los hermanos Peña Coss en 2006.
La ceremonia de graduación, realizada en el Cereso de Apodaca, fue presidida por Javier Navarro, secretario General de Gobierno; Sofialeticia Morales, secretaria de Educación; y el senador Luis Donaldo Colosio, quien actuó como padrino de la primera generación de 20 internos del centro penitenciario. En su discurso, Navarro Velasco destacó el compromiso de los graduandos de utilizar sus conocimientos para el beneficio de la sociedad, subrayando la importancia de la educación en la rehabilitación y reintegración.
La ceremonia contó con la participación de un mariachi y un banquete que permitió a los familiares de los graduados celebrar este importante logro. Este evento resalta un aspecto positivo en el proceso de reinserción social de los internos, demostrando que la educación puede ser una herramienta poderosa para el cambio.
Caso de Diego Santoy
Diego Santoy fue condenado por el asesinato de Erick Azur y María Fernanda Peña Coss el 2 de marzo de 2006. Según las versiones oficiales, Santoy llegó a la casa de su novia Érika y, tras una discusión en la habitación, los hermanos Peña Coss intervinieron y fueron asesinados.
Después de un largo proceso judicial, Santoy fue sentenciado a 71 años, 7 meses y 21 días de prisión. Además, se le impuso una serie de reparaciones económicas que suman un total de 351,769 pesos, destinados a compensar a las víctimas y sus familias por el impacto del crimen. Las indemnizaciones incluyeron pagos por tratamientos psicológicos, gastos médicos y otras compensaciones.
La graduación de Diego Santoy plantea preguntas sobre la rehabilitación de delincuentes y su capacidad para reintegrarse en la sociedad. Mientras que la comunidad observa este evento con escepticismo y sorpresa, algunos ven en la educación una posibilidad de redención y una oportunidad para construir una nueva vida.
Vía Excelsior
