El Gobierno y los empresarios acuerdan el cuarto aumento anual consecutivo desde 2019 en un panorama marcado por la inflación
El salario mínimo volverá a subir el próximo año. El aumento del 22%, anunciado este miércoles, es el cuarto consecutivo desde 2019. En la frontera norte, que goza de un estatus económico particular, el salario mínimo será de 260,34 pesos diarios y en el resto del país, de 172,87 pesos. A diferencia del año pasado, esta vez no ha habido diferencias entre Gobierno, sindicatos y empresarios. Todos han apoyado el aumento en un momento dominado por la inflación y la ralentización de la recuperación tras el golpe de la pandemia.
El incremento acerca el salario mínimo a los indicadores de bienestar básicos. En la frontera norte, el nuevo nivel cubrirá el 112% de la Línea de Bienestar Familiar, definida por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), y en el resto del territorio representará el 74%, según un comunicado del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), la principal patronal del país. “Con este acuerdo el CCE y los organismos que lo integran refrendan (…) su compromiso de mejorar el ingreso de los trabajadores y superar, en el corto plazo, la Línea de Bienestar Familiar”, ha afirmado.
El apoyo del CCE contrasta con su oposición a un incremento del 15% para 2021, en plena crisis económica por la pandemia. El aumento del salario mínimo el año pasado salió con el apoyo de los sindicatos y del Gobierno, los otros dos integrantes de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami). La patronal sostuvo entonces que el alza haría “inviable la sobrevivencia de muchas pequeñas y medianas empresas” y que se vería reflejado en una subida de la informalidad. Una investigación académica reciente no encontró un impacto negativo en la creación de empleo.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha celebrado el aumento. “Significa que durante nuestra gestión el incremento ha sido del 65% en términos reales, algo que no ocurría en más de tres décadas. El salario mínimo en la zona frontera ha crecido más del doble”, ha declarado durante un discurso en el Zócalo para festejar los tres años de Gobierno. Antes de la nueva política, México tenía uno de los salarios mínimos más bajos de la región. En 2010, se encontraba en el lugar 80 de 131 países y desde entonces ha avanzado siete lugares, de acuerdo a la Conasami.
Aunque se ha dejado atrás lo más duro de la pandemia, la decisión se produce en un entorno económico todavía complicado. La inflación se colocó en poco más del 7% anual en la primera quincena de noviembre, el mayor nivel en 20 años. Además, todos los indicadores apuntan a que la recuperación está perdiendo velocidad. En el tercer trimestre del año, el PIB cayó un 0,4% respecto al segundo, el primer retroceso desde el inicio de la reapertura. Tras el mal dato, Banco de México ha rebajado su pronóstico de crecimiento para 2021, de un 6,2% a un 5,4%.