La violencia y la extorsión han llegado a un nivel alarmante para los transportistas en Acapulco, Guerrero. Grupos criminales, entre los que se incluye el Cártel Independiente de Acapulco (CIDA), están imponiendo un régimen de miedo y control sobre los trabajadores del transporte en la zona.
Ayer, se difundieron dos videos que muestran la brutalidad con la que estos criminales operan. En las imágenes, se ve cómo los golpeadores llegan a las terminales de transporte para amenazar y exigir a los transportistas que informen sus movimientos.
“¡Aquí nos reportas cuándo sales y cuándo regresas!… tienen que obedecer a los checadores… esto va para todos los que no se quieren poner a la línea“, vocifera uno de los criminales en el video.
En uno de los videos, un hombre golpea con una tabla los glúteos de un transportista mientras otros lo empujan hacia un sillón. En otro, un conductor es agredido a puñetazos, puntapiés y con un utensilio de metal.
Las imágenes, captadas a plena luz del día en una de las bases de la ruta Centro-Jardín-Azteca al poniente de Acapulco, muestran la brutalidad de estos actos.
La Fiscalía General del Estado (FGE) de Guerrero ha anunciado que ha iniciado una investigación por estas agresiones en la zona donde opera el CIDA. Además, están analizando el contenido de los videos y la fecha en que ocurrieron estos hechos.
“Se pone verga con los reportes. Aquí los huevos no son al gusto papi”, dice uno de los delincuentes en uno de los videos, evidenciando la brutalidad y la falta de respeto hacia los transportistas.
Los transportistas, según denuncias de organizaciones del sector, están sometidos a extorsiones y violencia por parte de estos grupos criminales. Cuando no cumplen con los pagos exigidos, son golpeados e incluso desaparecidos o asesinados.
Hasta mediados de febrero, se contabilizaron 22 conductores asesinados en la entidad, tres de ellos en Acapulco. Ante esta ola de violencia, en enero y febrero los transportistas realizaron paros en el puerto como medida de protesta y búsqueda de protección.
La situación para los transportistas en Acapulco es cada vez más peligrosa, y las autoridades locales y federales enfrentan el desafío de detener esta escalada de violencia y proteger a quienes trabajan honestamente en el sector.
Vía Reforma