Pocos habían escuchado el nombre de Isaac Gamboa Lozano antes y después de su escandalosa ejecución en mayo de 2020. Pero el ex funcionario de Hacienda, colaborador cercano de Luis Videgaray Caso, era el hombre clave al centro de una enorme red de presuntas empresas factureras que hoy salpica no solo el ex secretario de Hacienda y Relaciones Exteriores durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, sino también al otrora poderoso ex presidente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, e incluso, al todavía esperanzado ex candidato presidencial panista Ricardo Anaya Cortés.

La principal línea de investigación en torno a su ejecución, la de sus dos hermanos y la de su madre, el 21 de mayo de 2020 en una casa vacacional en Temixco, Morelos, pone a su esposa, como la autora intelectual del escandaloso multihomicidio. Pero, fuera de eso y de la intriga que suscita el crimen, su asesinato vino a destapar una enorme red de presunto lavado de dinero y evasión fiscal, la cual continúa operando al día de hoy, y que entre 2014 y 2020 blanqueó más de 5 mil 800 millones de pesos.

Una detallada investigación realizada por el portal Animal Político, reveló un entramado de presuntas empresas factureras vinculadas con la llamada Operación Zafiro que hoy mantiene a prominentes operadores y políticos del PRI tras las rejas y a otros, bastante alejados del escrutinio público.

El primero de ellos es precisamente Luis Videgaray Caso, ex secretario de Hacienda, Relaciones Exteriores y considerado el funcionario más cercano al expresidente Enrique Peña Nieto. Y es que el fallecido Isaac Gamboa, no solo reportó directamente a Videgaray como jefe de la Unidad de Política y Control Presupuestario cuando este último se desempeñaba al frente de la Secretaría de Hacienda y en tiempos de la famosa Operación Zafiro, sino que también había sido su colaborador inmediato desde hace más de una década.

El segundo, el ex líder del PRI, Manlio Fabio Beltrones, otro personaje actualmente alejado del ojo mediático. De acuerdo con el ex fiscal de Chihuahua, César Augusto Peniche -quien habló con Animal Político- Gamboa tenía vasta información y amplio conocimiento de quiénes habían actuado en la Operación Zafiro, una compleja operación de malversación de fondos públicos, que, según declaraciones ante la Corte del ex secretario de Educación chihuahuense, Ricardo Yáñez, habría sido aprobada tras un acuerdo entre el entonces gobernador César Duarte y el influyente político priísta, Manlio Fabio Beltrones, hoy señalado por nuevas acusaciones de irregularidades en transferencias financieras internacionales de su entorno familiar.

El tercero, y quizá el más relevante dado que, de los tres, es la única figura de alto perfil que aún mantiene con vida sus aspiraciones políticas de manera explícita es Ricardo Anaya Cortés, rival del entonces candidato Andrés Manuel López Obrador en las elecciones de 2018. El vínculo de la red Gamboa con el ex líder panista, se puede trazar a casi un centenar de contratos firmados por el coordinador de las campañas del PAN, Édgar Mohar Kuri, justo cuando Anaya buscaba la candidatura albiazul por la presidencia de México. con el apoyo, según declaraciones, de Luis Videgaray.

De acuerdo con la segunda entrega de la investigación periodística, el Partido Accional Nacional, y en particular el PAN de la Ciudad de México y el PAN de Chihuahua, habría sido el mayor suministrador de recursos públicos a empresas de esta presunta red facturera.

Timing crucial

Las revelaciones, que pudieran tener fuertes implicaciones políticas y judiciales para los posibles involucrados, no surgen en un vacío. Coincidencia o no, se publican el mismo día re la reunión del gobernador de Chihuahua, Javier Corral, con el presidente Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional.

Una reunión que no se explica fuera del contexto de la pugna interna en el PAN por la dirigencia nacional en la que precisamente se enfrentan el grupo de Corral, con el grupo de Anaya.

Ante medios de comunicación, el mandatario chihuahuense aseguró haber limado asperezas con el presidente de la República. Y esa, justo con estas revelaciones sobre el asesinato del hombre que estampaba su firma en todos los convenios de la Secretaría de Hacienda de Luis Videgaray -del PRI- con los gobiernos estatales, no son más que malas noticias para los otros tres.