El colapso de un tren del Metro de la Línea Dorada entre las estaciones Tezonco y Olivos, ha puesto una vez más en el reflector público el nombre de estas empresas que en 2014 fueron cuestionadas por las fallas estructurales que le diagnosticaron en el tramo elevado.

La participación de este “consorcio”, como se le conoció a la unión de estas tres empresas en los medios de comunicación, en la construcción de la más nueva de las “venas” del STC Metro se formalizó en junio de 2008 y concluyeron las obras después de cuatro años en octubre de 2012.

En noviembre de 2013 un reporte de ILF Consulting Engineers, que formaba parte del grupo de empresas certificadoras de la L12, informó que no se estaban llevando a cabo acciones de mantenimiento preventivo y correctivo, las ruedas presentaban un desgaste en varios trenes, además de la falta de reperfilado en ruedas de algunos trenes.


En marzo de 2013 se estableció suspender el servicio de la Línea 12 del Metro en su tramo elevado desde la estación Atlalilco hasta Tláhuac, para garantizar la seguridad de los usuarios

 

En tanto que el STC elaboró un informe en el que señalaba irregularidades electromecánicas y un acelerado desgaste de rieles en el que advertía que de no corregirse de manera inmediata se incrementaba el riesgo de accidentes.

En el famoso reporte de la SCT, Joel Ortega, el entonces director, señaló al “consorcio” por las deficiencias localizadas en esta línea del Metro, un mantenimiento deficiente y determinó parte de la responsabilidad del mal diseño técnico.

Para marzo de 2013 se estableció suspender el servicio de la Línea 12 del Metro en su tramo elevado desde la estación Atlalilco hasta la terminal de Tláhuac, con el fin de garantizar la seguridad de los usuarios. Con esta decisión inició una batalla entre las autoridades locales y los representantes de las empresas que fueron señaladas por no cumplir con los términos del contrato y las empresas negaron dicha responsabilidad, además advirtieron que había pagos pendientes por trabajos realizados.

Ante el siniestro de la L12 ocurrido el pasado 3 de mayo, Carso y Alstom han señalado que esperarán los peritajes oficiales del siniestro así como su disposición a cooperar con las autoridades responsables de las investigaciones, respectivamente.

NUEVA OPORTUNIDAD

El pasado de las empresas que integran el “consorcio” con el Gobierno de la Ciudad de México no ha obstaculizado su participación en proyectos insignia del Gobierno federal como el Tren Maya.

Grupo Carso a través de su filial CICSA, enfocada en participar en el sector de infraestructura y construcción, se encargará de la construcción del Tramo II Golfo del Tren Maya, que va desde Escárcega a Calkiní con una longitud de 235 kilómetros, por un monto de 18 mil 553 millones de pesos.

En tanto que ICA se encargará de la construcción del Tramo IV Golfo, mismo que recorre de Izamal a Cancún a lo largo de 257 kilómetros.

En el caso de Alstom, la empresa compitió por la licitación para proporcionar el material rodante de este proyecto; mismas que protagonizaron el trabajo de vías de la hoy afectada línea del Metro.

El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), responsable de la construcción y puesta en marcha del Tren, señaló a través de un breve mensaje que no emitiría comentarios en torno a los cuestionamientos elaborados por la participación de las empresas en este proyecto.


Carso y Alstom han señalado que esperarán los peritajes oficiales del siniestro así como su disposición a cooperar con las autoridades responsables de las investigaciones, respectivamente

 

OTRAS PARTICIPANTES EN LA LÍNEA 12

En la integración de esta polémica Línea Dorada también participó Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles de México (CAF) México al proveer los 30 trenes de rodadura férrea para la L12 del SCT a través de una adjudicación directa. Esta empresa defendió la calidad de sus trenes durante el periodo en que se suspendieron los servicios aunque señaló que operaría en el reperfilamiento de las ruedas de trenes.

Existe otro “consorcio” en esta trama de construcción de la Línea 12 del Metro conformada por Consultoría Integral en Ingeniería (Coniisa), Ingenieria, Asesoria y Consultoria (Iacsa) y Lumbreras y Túneles (Lytsa) las cuales se dedicaron a supervisar la construcción de esta línea.

Además, para certificar la construcción de la línea 12 se integraron DB International GmbH, ILF ingenieros Consultores y TÜV-SÜD Rail GmbH.

En tanto que para hacer un diagnóstico del proceso de rehabilitación de esta línea se contrató a la empresa francesa Systra, considerada como de alta especialidad en ferrocarriles urbanos, para constatar la situación de vías y trenes y determinar las causas de origen de los problemas, con el fin de integrar los proyectos y recomendaciones encaminados a su solución.