En la quietud de la pandemia el senador Martí Batres vuelve a ver frustradas sus aspiraciones de regresar a la Mesa Directiva del Senado, desde donde siempre ha pretendido contrarrestar la hegemonía de Ricardo Monreal en la Cámara Alta. El año pasado le fue inviable retener el cargo que tuvo en el primer periodo y su lugar llegó Mónica Fernández. Ahora ni siquiera aparece en el “poker” de candidatos.
Batres pasó gran parte de este periodo reclamándole a Monreal asientos en comisiones que nunca llegaron. Hasta ahora. Se sumará a Trabajo -donde en algún momento soñó con arrebatarle la presidencia a Napoleón Gómez Urrutia- y Puntos constitucionales pero, ya se le avisó, para nada será contemplado para la Mesa Directiva.
Esa posición en este momento, según pudo conocer LPO, se definirá entre el senador poblano Alejandro Armenta -un fiel lugarteniente de Monreal- y el chiapaneco Eduardo Ramírez mejor conocido como “El Jaguar”. Se trata de un operador con puentes aceitados entre el propio Monreal y Manuel Velasco, amigos desde hace años.
También se ha sumado a la contienda el oaxaqueño Salomón Jara, aunque más rezagado, porque cualquier aspiración siempre es complicada para el senador desde la noche fatídica en la que no se pudo aprobar la Reforma Educativa de la 4T porque se fue a cenar antes de haber votado.
Hay dos senadoras mujeres que han estado cabildeando apoyos pero parten con desventaja porque la sintonía del Senado indica que es el turno de un hombre. Estas son Malú Micher y la senadora Imelda Castro.