Desde 2019, México ha sido señalado como el principal productor de fentanilo, un opiáceo sintético, según un informe del Congreso de Estados Unidos. Durante la contingencia por Covid-19, los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG) se convirtieron en los principales proveedores de esta peligrosa droga a Estados Unidos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció recientemente la producción de fentanilo en México en una entrevista con la cadena estadounidense CBS. No obstante, informes de Estados Unidos, como los del Congreso, la DEA y el Departamento de Estado, ya habían ubicado desde 2019 a México como el principal elaborador de este opiáceo sintético, utilizando precursores químicos importados de Asia.
La pandemia por Covid-19 potenció esta fabricación, revelan estos documentos; asimismo, aceleró el consumo de drogas en América del Norte. Los cárteles de Sinaloa y CJNG se volvieron los principales proveedores de fentanilo a Estados Unidos durante la contingencia sanitaria, controlando puertos marítimos y trayendo precursores químicos desde Asia, además de utilizar trasiego aéreo para ingresar la droga.
En una entrevista reciente, López Obrador mencionó que el fentanilo también se produce en Estados Unidos y Canadá, utilizando precursores químicos de Asia. Esto se ha vuelto una preocupación mayor, ya que China, anteriormente la principal fuente de fentanilo, cerró rutas de tráfico durante la pandemia, generando escasez de sustancias y componentes químicos.
El informe “Trends in Mexican Opioid Trafficking and Implications for U.S.-Mexico Security Cooperation” indica que los cárteles mexicanos están innovando en sus métodos, utilizando drones, túneles y criptomonedas para el comercio de fentanilo. Estos cárteles producen grandes volúmenes de fentanilo ilícito en México y controlan el tráfico hacia Estados Unidos mediante diversos modos de transporte.
El problema de la producción e ingreso de fentanilo vía México fue advertido desde antes. En otro informe, el Congreso de Estados Unidos alertaba sobre la capacidad de los cárteles para controlar rutas de tráfico y cooptar funcionarios en México. Los cárteles de Sinaloa y CJNG en particular han incrementado su papel en la producción y prensado de píldoras de fentanilo.
A pesar de los esfuerzos por combatir este problema, el fentanilo sigue representando una grave amenaza. Recientemente, el 5 de febrero, la Fiscalía General de la República (FGR) aseguró alrededor de un millón 210 mil pastillas de fentanilo, 70 kilos de metanfetamina y cinco kilos de cocaína en Sinaloa.
El fentanilo es una droga extremadamente potente, de 50 a 100 veces más fuerte que la morfina, y una dosis de apenas 2 miligramos puede ser letal. Esta droga, junto con otras nuevas sustancias psicoactivas, está contribuyendo a un aumento alarmante de muertes por sobredosis en América del Norte, alcanzando niveles sin precedentes durante la pandemia.
México enfrenta un desafío crucial en el combate contra la producción y tráfico de fentanilo, una lucha que requiere de cooperación internacional y estrategias efectivas para proteger la salud pública y combatir el crimen organizado.
