Entre el 1 de octubre y el 26 de diciembre de 2024, las fuerzas de seguridad mexicanas interceptaron a aproximadamente 475,000 migrantes irregulares, según un informe emitido por el Gobierno. Este dato representa un aumento significativo en las medidas de control migratorio durante el último trimestre del año, en un contexto de presiones internacionales lideradas por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
Cifras récord en control migratorio
Desde enero de 2024, México reportó la detención de cerca de 900,000 migrantes. El incremento notable en el último trimestre del año refleja un endurecimiento en las estrategias de contención, que se tradujeron en un promedio diario de más de 5,000 intercepciones en diciembre.
Respuesta oficial: “Un modelo funcional”
El canciller Juan Ramón de la Fuente destacó en rueda de prensa que la política migratoria mexicana ha sido efectiva, aunque susceptible de mejoras. Según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU., las detenciones en la frontera común disminuyeron un 81% entre el 18 y el 23 de diciembre, lo que evidencia el impacto de las acciones conjuntas.
Presión desde Estados Unidos
El presidente electo Trump ha advertido sobre la imposición de aranceles del 25% a productos mexicanos si no se intensifican los esfuerzos para frenar la migración y el tráfico de fentanilo. En respuesta, la presidenta Claudia Sheinbaum ha reforzado el compromiso con estas medidas, lo que incluye un operativo que culminó con la mayor incautación de fentanilo en México: 1,100 kilos en Sinaloa.
Perspectivas y desafíos
Especialistas como Israel Ibarra, del Colegio de la Frontera Norte, consideran que el aumento en las detenciones responde al compromiso de México para reducir el tránsito de migrantes hacia EE.UU. Sin embargo, el desafío persiste, dado el contexto de crisis humanitaria y las tensiones económicas entre ambos países.
México se enfrenta a un complejo panorama político y social, donde el control migratorio se convierte en una pieza clave para mantener la estabilidad en sus relaciones bilaterales.
Vía El Economista