Morena contra Morena: las luchas internas lastran el proceso de renovación del partido del presidente

Por: Admin

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La formación retrasa el anuncio de quiénes integrarán el Congreso que definirá cómo será elegido el próximo candidato a la presidencia, en el que Adán Augusto López y el hermano de López Obrador ya han ganado su lugar

 

Los primeros resultados de la contienda interna de Morena han aparecido después de casi tres semanas de espera. El partido gobernante ha dado a conocer quiénes se han impuesto en las elecciones distritales en solo 11 de los 32 Estados del país. Los ganadores han asegurado un lugar en el Congreso Nacional y están más cerca del Consejo de septiembre próximo, una especie de cónclave que será clave para definir cómo será elegido y eventualmente quién será el candidato a la presidencia del partido más votado de México. En esta primera ronda de resultados destacan nombres como el de Adán Augusto López, secretario de Gobernación y uno de los aspirantes más adelantados en la carrera por la candidatura, y Ramiro López Obrador, hermano del presidente. La dirigencia morenista ha extremado precauciones en medio de las luchas intestinas y el cruce de acusaciones entre militantes, lo que ha llevado a que las siguientes fases del proceso se retrasen en la mayoría de las entidades del país.

A finales de julio, los miembros de Morena fueron llamados a elegir 10 representantes (cinco hombres y cinco mujeres) por cada uno de los distritos electorales para el Consejo Nacional. Los resultados parciales ya permiten ver algunos atisbos de cómo se configurará el órgano asambleario, que será clave para definir el reparto de candidaturas, puestos internos y recursos. Ramiro López Obrador, por ejemplo, fue el candidato más votado en el distrito 1 del Estado de Tabasco, tierra natal del presidente, que eligió a 60 congresistas. El también tabasqueño Adán Augusto López ha mostrado músculo al asegurar un lugar para él mismo en el Congreso Nacional, la máxima autoridad interna, y colocar a varios de sus operadores en el tablero de juego, como el representante del partido ante el Instituto Nacional Electoral, Mario Llergo o Tey Mollinedo, el delegado estatal del partido.

En el Estado norteño de Chihuahua triunfó mayoritariamente el equipo de Juan Carlos Loera, exdiputado y superdelegado de programas sociales en el Estado, que a principios de mes dijo que aún no se decantaba por ningún aspirante presidencial. El resto de los cargos internos fueron amasados por Cruz Pérez Cuéllar, alcalde de Ciudad Juárez, con quien Loera tuvo roces en la contienda por la gubernatura. Las diputadas Andrea Chávez y Maité Vargas también consiguieron un lugar, así como distintos legisladores locales.

En Puebla se impuso la corriente liderada por el gobernador Miguel Barbosa, como la diputada local Olga Romero Garci Crespo, que se perfila como favorita para la dirección estatal del partido. También fue elegida Daniela Mier, diputada local e hija del líder de Morena en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier. En Colima también ganaron grupos ligados a la gobernadora, Indira Vizcaíno. Mismo caso de Sonora, donde abundan los perfiles cercanos al gobernador, Alfonso Durazo. En Coahuila destacaron los nombres de Antonio Attolini, antiguo activista estudiantil, el exdiputado Diego del Bosque, así como Humberto Hurtado, asesor del aspirante a gobernador Armando Guadiana. También se dieron a conocer las listas de Sinaloa, Nayarit, Querétaro, Quintana Roo y Baja California Sur. En todos estos Estados continuará el proceso para elegir a mandos estatales.

La cúpula del partido ha justificado el goteo de resultados por la afluencia de votos de más de dos millones de militantes y ha minimizado las denuncias de irregularidades. La publicación de los recuentos oficiales, por otro lado, abre camino a que se formalicen las impugnaciones, que están previstas para ser resueltas por el Tribunal Electoral. El tiempo empieza a apremiar. En menos de un mes, las representaciones estatales de Morena deben pasar por el filtro de renovar sus cargos directivos y llegar sin apelaciones no resueltas antes del Consejo Nacional.

El objetivo del partido es llegar a la cita de septiembre como un frente unido y evitar en la medida de lo posible las fracturas internas por la carrera por la sucesión. Aún con un largo camino para elección de 2024, los destapes han evidenciado que Morena tiene una baraja de al menos cuatro candidatos claros a la presidencia: Adán Augusto López; el titular de Exteriores, Marcelo Ebrard; el líder de la bancada en el Senado, Ricardo Monreal, y la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum. El Consejo, que convocará también a figuras regionales y nacionales, como más de una veintena de gobernadores, se perfila como un momento definitorio y que marcará los ritmos y los tonos de la contienda por la presidencia, no solo entre morenistas, también para el resto de partidos que analizan si abrirán sus puertas a los descartados en el proceso interno del partido de López Obrador. Perfiles afines a Monreal y Ebrard han sido los críticos más vocales del proceso interno, pero tras bambalinas ninguno quiere ceder un palmo de terreno.

Más allá de la contienda presidencial, que se lleva prácticamente todos los reflectores, Morena arrastra años sin renovar algunos de sus cotos internos. La formación, una suerte de partido-movimiento, ha puesto en el tope de su lista de prioridades consolidar su estructura partidista, una asignatura que sigue pendiente pese a los éxitos electorales que ha amasado tras la llegada de López Obrador a la presidencia. Ante una oposición que sigue en la lona y se resigna a negociar una candidatura de unidad, el mayor temor de Morena reside en Morena: las divisiones internas, el oportunismo de los recién llegados, la debilidad de su maquinaria territorial en algunos puntos prioritarios y el futuro de su proyecto político en la recta final del mandato de López Obrador. La primera gran prueba del partido es contra sí mismo.

 

 

Elías Camhaji

Es reportero en México de EL PAÍS. Se especializa en reportajes en profundidad sobre temas sociales, política internacional y periodismo de investigación. Es licenciado en Ciencia Política y Relaciones Internacionales por el Instituto Tecnológico Autónomo de México y es máster por la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS.