El partido del presidente decidió postular para presidenta municipal de Aguililla a una exfuncionaria acusada de pertenecer al grupo criminal Los Viagras; mientras tanto, ni la visita de un representante del papa Francisco puede pacificar a este pequeño pueblo en Tierra Caliente.
EMEEQUIS.– Una presunta jefa de sicarios es la candidata de Morena a una presidencia municipal en la violenta zona de Tierra Caliente en Michoacán.
Para las elecciones del 6 de junio, el partido del presidente postuló a Mary Zavala como alcaldesa de Aguililla, un pequeño municipio que lleva años en disputa por grupos criminales como La Familia Michoacana, Los Caballeros Templarios o el Cártel Jalisco Nueva Generación, entre otros, y que recientemente ganó notoriedad por la visita del nuncio apostólico en México, Franco Coppola.
Mary Zavala es una exempleada del ayuntamiento de Aguililla y, de acuerdo con fuentes oficiales consultadas por EMEEQUIS, también sería la jefa de sicarios del cártel de Los Viagras, quienes crearon una coalición con otros grupos criminales, llamada Cárteles Unidos, para expulsar al Cártel Jalisco Nueva Generación de su pueblo.
Una investigación federal que ya está en los escritorios de la Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Electorales (Fepade) da cuenta de la presunta relación que hay entre la nominada de Morena y el crimen organizado en la región.
Por ejemplo, el hijo de la candidata de Morena es Cristian Revueltas Zavala, quien es el presunto nuevo líder de sicarios de Los Viagras y estaría encargado de vigilar los laboratorios de metanfetaminas que generan millones de pesos para ese grupo criminal.
Cristian Revueltas llegó a ese puesto tras el asesinato a principios de año de un violento líder apodado “El Pantano”, a quien se le habría ofrecido un puesto a elección popular este año por Morena o por algún partido pequeño aliado de Morena como el Partido Verde Ecologista de México o el Partido del Trabajo.
Las parejas que ha tenido Mary Zavala también están señaladas en varios expedientes como presuntos responsables de asesinatos, desaparición forzada, secuestros y cobro de cuotas en comunidades de Aguililla como El Limón o El Limoncito.
Y, en lo alto de la familia Zavala, el jefe de ella y ellos, estaría el temido César Sepúlveda Arellano, “El Boto”, un capo que se pasea por la zona con total impunidad y quien habría operado que la candidatura a la presidencia municipal de Aguililla cayera en Mary Zavala, según un mapa de riesgo trazado en la Ciudad de México.
Mary Zavala arrancó oficialmente este domingo su campaña. Foto: Facebook.
TIERRA DE NADIE, TIERRA DE NARCOS
Los agentes federales que han seguido de cerca la elección en ese municipio michoacano creen que, en caso de que Morena gane la elección, Mary Zavala devolvería el favor a Los Viagras nombrando a un jefe de policía ligado al grupo criminal, así como informando de operativos estatales y federales en la zona.
Su triunfo –o el de cualquier candidata o candidato de la región con nexos con el crimen organizado– sería un golpe durísimo para los habitantes de Aguililla, quienes llevan años atrapados en el fuego cruzado de los cárteles.
La violencia es de tal magnitud en el municipio que la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos calcula que unos mil 500 vecinos de Aguililla han sido desplazados por la violencia y más de 5 mil exhabitantes, incluyendo niños y adultos mayores, sufrirían de estrés postraumático por la guerra entre cárteles.
En Aguililla son comunes las balaceras a plena luz del día que pueden durar hasta ocho horas, enterarse de secuestros masivos, hallar cuerpos desmembrados y apilados en la plaza principal y el reclutamiento de niños como integrantes de supuestas autodefensas que, en realidad, son brazos armados de otros grupos criminales.
También es común que los distintos cárteles destruyan con maquinaria pesada los caminos que permiten la entrada y la salida al pueblo para impedir que los habitantes puedan abandonar el municipio, aislándolos por días del resto del estado y del país.
El aislamiento es tan grave que los gritos de auxilio que se mandan en las redes sociales desde Aguililla cuentan que no hay medicinas ni alimentos y, en plena pandemia, los servicios médicos los provee la organización internacional Médicos Sin Fronteras, entrenada para ayudar a poblaciones en países en guerra, como Siria o Afganistán.
Franco Coppola, nuncio apostólico del Vaticano, oficio una misa en el municipio de Aguililla, para pedir por la paz en la zona. Foto: Juan José Estrada Serafín / Cuartoscuro.com.
LA CUNA DEL “MENCHO”
Aguililla, Michoacán, pese a ser un pueblo pequeño, es estratégico para los grupos criminales, pues es una de las puertas de entrada para Jalisco y Colima. Quien controle esa zona rural tiene una ruta hacia el bastión del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Durante años, sus pobladores han sufrido la desgracia de vivir en una posición estratégica para el narcotráfico, pero la guerra se intensificó en el último año, cuando los pistoleros de Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, iniciaron con una ofensiva para quedarse con el pueblo.
“El Mencho” es originario de Aguililla y, según reportes de inteligencia criminal, el capo más poderoso del mundo está determinado a dominar el lugar donde nació, así tenga que arrebatarlo a la coalición Cárteles Unidos –integrada por La Familia Michoacana, Los Caballeros Templarios, Los Viagras, Los Blancos de Troya y más– que se formó con el único objetivo de frenarlo.
La violencia creció tan explosivamente que el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, tuvo que pisar Aguililla a mediados de abril, pero su visita terminó en un vergonzoso episodio: un maestro rural se plantó a la orilla del camino donde transitaría la comitiva del gobernador –escoltado por decenas de militares y miembros de la Guardia Nacional– y con una cartulina le reclamó el abandono institucional a su pueblo.
El perredista Silvano Aureoles se molestó tanto por la protesta que descendió de su camioneta y, acompañado por su escolta, empujó al maestro rural, a quien después acusó de ser un vigilante del crimen organizado.
El exabrupto del gobernador fue condenado unánimemente por políticos aliados y opositores, incluso siendo reprobado por el dirigente del PRD, Guadalupe Acosta Naranjo.
AYUDA DIVINA
Como la ayuda del poder político no sirvió de algo en Aguililla, el gobierno de México acudió al poder divino para tratar de pacificar esa tierra violenta.
Esta semana, arribó el nuncio apostólico en México, Franco Coppola, para visitar Aguililla con el fin de visibilizar la violencia que sufren y celebrar la “Misa por la Paz”; antes de la eucaristía, el representante diplomático de El Vaticano recorrió el municipio, donde vio las casas abandonadas y baleadas, ranchos quemados y habló con víctimas de la violencia.
La llegada a México del religioso Franco Coppola no sólo fue organizada con ayuda de las autoridades oficiales en Michoacán, sino que se habría pactado una especie de tregua entre los grupos criminales para no atacar a la población durante la visita del representante del papa Francisco.
Sin embargo, apenas abandonó el país, los cárteles han vuelto a taladrar los caminos para continuar con su política de aislamiento y violencia en Aguililla.
A esa violencia se suma una más que estará presente el próximo 6 de junio: Morena, el partido con mayor intención de voto este 2021, postuló a Mary Zavala, una presunta jefa de sicarios, que promete que la violencia seguirá y seguirá…
@emeequis