Durante el fin de semana pasado, el escenario político en México se vio ensombrecido por actos de violencia que cobraron la vida de dos personas en Chiapas y estuvieron dirigidos a un candidato en Puebla.
En Chiapas, una emboscada contra la caravana del candidato a la presidencia municipal de Benemérito de las Américas, Juan Gómez Morales, resultó en la trágica muerte de su hijo, Jimmy Jonatan Gómez Jerónimo, y del candidato a quinto regidor, Mauro Hernández.
El dirigente estatal del partido Chiapas Unidos, Conrado Cifuentes Astudillo, lamentó y condenó enérgicamente el ataque, asegurando que el candidato, conocido como Juan Changarro, salió ileso. La organización política exigió a las autoridades garantizar un proceso electoral pacífico y seguro para todos los candidatos.
En otro incidente, en Puebla, Eduardo Rivera Pérez, candidato a la gubernatura por la coalición PAN-PRI-PSI-PRD, denunció un intento de agresión en su contra. Agresores ingresaron al domicilio de uno de sus vecinos con la intención de dañarlo a él.
Rivera Pérez informó que dos vecinas resultaron heridas y que su familia, aunque ilesa físicamente, sufrió daños psicológicos. Los agresores, según el candidato, amenazaron con atentar contra su vida.
El candidato hizo un llamado al presidente Andrés Manuel López Obrador y al gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes, para garantizar la paz durante el proceso electoral.
Dos personas, una mujer y un hombre, fueron arrestadas por su presunta participación en el intento de agresión. El alcalde de Puebla, Adán Domínguez, informó que agentes de seguridad lograron la detención de los sospechosos.
Estos últimos incidentes se suman a una preocupante ola de violencia política en México. Según la plataforma “Votar entre Balas”, desde septiembre de 2023 hasta el 30 de abril de 2024, se han registrado 63 crímenes de violencia política, incluyendo asesinatos, atentados, secuestros y amenazas, entre otros.
Vía El Economista