Su nuevo yate es el ‘Lady Moura’, uno de los más caros y lujosos del mundo, que compró en 2021 al magnate saudí Nasser Al-Rashid por unos 125 millones de euros. El nombre del barco está hecho con oro de 24 kilates
La Semana Santa de Sevilla ha vuelto con todo su esplendor tras la pandemia, y también con un sinfín de famosos, empresarios y personalidades de todo el mundo. Entre ellos, el empresario mexicano Ricardo Salinas Pliego (66), quien llegaba en la tarde del Jueves Santo junto a su mujer, María Laura Medina, y otros matrimonios amigos a bordo de su nuevo yate, el ‘Lady Moura’, procedentes de Marbella.
No es la primera vez que Salinas pisa Sevilla. En 2012 y en 2014, su yate ‘Azteca’ atracó en el muelle sevillano. El empresario quería conocer la Feria de Abril, y para celebrar su estancia celebró una fiesta a la que asistieron diversos rostros conocidos y parte de la sociedad sevillana más relevante.
En esta ocasión, Salinas ha querido estar en la Semana Santa; poco después de que su nueva embarcación atracara en la capital andaluza, el grupo se dirigió a Triana, con la intención de cenar y de ver la salida de la hermandad de la Esperanza de Triana. El lugar elegido fue el restaurante La Casa de María, uno de los punteros en la ciudad, desde donde se divisa el Guadalquivir y la plaza del Altozano y el puente de Triana, por donde discurre la cofradía, puntos clave de su recorrido.
Al día siguiente (Viernes Santo) salieron a dar una vuelta por la ciudad, y la idea que tenían era tener más tarde flamenco en el barco. Sin embargo, amigos sevillanos les explicaron las tradiciones: los señores deben vestir traje de chaqueta y no se puede llevar corbata roja; las señoras deben vestir de negro. Y no se pueden hacer fiestas. Porque la ciudad está de luto por la muerte de Jesucristo.
Se sorprendieron, pero en su periplo por Sevilla, ese día, cumplieron las normas. Eso sí, cuentan que el matrimonio anfitrión y sus invitados, al volver al barco, terminaron la velada de madrugada, con algo de flamenco en privado, sin nadie más que ellos y sus invitados mexicanos.
Porque la visita del magnate mexicano ha sido de lo más discreta. Lo único que ha llamado la atención ha sido el espectacular yate atracado en el Guadalquivir. Quien no haya indagado, no se ha enterado de que Salinas ha estado en Sevilla.
Aunque el empresario ya conoce Sevilla, el matrimonio dedicó el mediodía del sábado a visitar la zona más turística para enseñarla a sus acompañantes. La Giralda, la Catedral, barrio de Santa Cruz y almuerzo por la zona. A media tarde volvía Salinas al barco; mientras, María Laura y sus amigas, todas vestidas de negro, y de nuevo en Triana, vieron las procesiones del Cachorro y de La O, aprovechando también parte del día para dar un paseo en bicicleta por la ciudad y visitando la Plaza de España.
Rodeados de estrictas medidas de seguridad: nadie hablaba ni daba detalles sobre el matrimonio ni sobre el barco ni de la duración de su estancia en la ciudad.
Mientras a bordo se veían algunas personas tumbadas al sol, en el muelle había movimiento. Cuatro amplios vehículos con cristales tintados iban y venían. Su labor consiste en llevar y recoger al grupo, en esperar órdenes y realizar encargos de todo tipo. En una visita anterior, pidieron que les buscaran mantoncillos y trajes de flamenca.
Todo ello mientras la tripulación ultimaba detalles para su partida, prevista para este Domingo de Resurrección, ya que, en principio, este año no volverá para la Feria. Una tripulación que sólo tiene tiempo libre cuando su jefe no está a bordo, según cuentan algunas fuentes.
Ricardo Salinas se encuentra en el tercer puesto de las mayores fortunas de México, por detrás de Carlos Slim y Germán Larrea Mota Velasco. Salinas es presidente de Grupo Salinas, en el que se incluyen Grupo Elektra, Banco Azteca y TV Azteca, que incluye un conglomerado de medios de comunicación y que es la segunda mayor generadora de contenidos en español.
En cuanto a Grupo Elektra, se trata de una compañía de servicios financieros y de comercio especializado líder en América Latina, y el mayor proveedor de préstamos no bancarios de corto plazo en Estados Unidos. Cuenta con dos negocios en su modelo de gestión, el comercial (electrónica, línea blanca, electrodomésticos, muebles, motocicletas…) y el financiero (depósitos, micro financiamiento, seguros de vida, fondos, inversiones…).
Ricardo Salinas fue quien tomó las riendas del negocio creado por su bisabuelo a principios del siglo XX y quien logró internacionalizarlo y situarlo en el gran nivel del que goza en la actualidad.
El empresario, nacido en Ciudad de México, tiene cuatro hermanos y está casado en segundas nupcias con María Laura Medina, con quien contrajo matrimonio en 2001 y con la que tiene tres hijos, Ricardo, Mariano y Cristóbal. Fue una boda discreta, civil y con pocos invitados del círculo más cercano de la pareja.
María Laura, nacida en Guadalajara (México), es diseñadora de interiores, aunque comenzó su vida laboral en Ciudad de México trabajando en TV Azteca como directora de ventas. Fue allí donde la pareja se conoció.
Salinas tiene otros tres hijos fruto de su primer matrimonio con Ninfa Sada Garza, Ninfa, Benjamín y Hugo. Ninfa se dedica a la política; Benjamín trabaja en TV Azteca y Hugo tiene sus propias empresas además de formar parte del consejo de administración de Grupo Elektra.
El barco ‘Lady Moura’ es uno de los quince yates privados más caros y lujosos del mundo, valorado en casi 200 millones de euros, aunque el mexicano lo compró el año pasado por unos 125 millones a su anterior propietario, el magnate saudí Nasser Al-Rashid.
Las letras de su nombre son destacadas, y están realizadas en oro de 24 kilates, tanto las que se ubican en los laterales como las de la popa y el escudo que las acompaña. El yate, con bandera de Bahamas, cuenta además con helipuerto, spa, casino, ascensor, cine, sala de fiestas, piscina con techo retráctil, club de playa, salones, comedores, aire acondicionado y salón de belleza. Tiene capacidad para alojar a 27 invitados en 13 camarotes y una tripulación de 71 personas.
El yate cuenta con cuatro niveles, mide 104,85 metros de eslora y alcanza una velocidad máxima de 22 nudos. Fue construido en 1990 por Blohm+Voss, en Hamburgo, y diseñado por completo por Luigi Sturchio, siendo reacondicionado por última vez en 2020.
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ANA GARCÍA ROMERO