El gobernador chiapaneco quiere dejar el Estado sacudido por fuertes conflictos sociales.
LPO
El gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón, le está pidiendo apoyo a su familiar Adán Augusto López Hernández para reemplazar a Manuel Bartlett en la conducción de CFE. Es un movimiento que consolidaría a Adán Augusto en Segob y le daría otro aliado en la administración aunque el ex gobernador de Tabasco cree que es un movimiento difícil de concretar.
Escandón protagoniza uno de los gobiernos de la 4T que no agradan en el primer círculo de Palacio Nacional, donde Escandón es visto como uno de los dos peores gobernadores de Morena desde el inicio del sexenio: el otro es Cuitláhuac García en Veracruz.
Hace dos semanas Andrés Manuel López Orador fue retenido por un reten magisterial en Chiapas y ese episodio terminó de confirmar las percepciones sobre la gestión de Escandón. Chiapas vive un momento de fuerte conflictividad social y Escandón, que viene de ser integrante del Poder Judicial, conduce un gobierno fuertemente dividido.
Su pedido a Adán Augusto es bien calculado porque conoce que Adán detesta a Bartlett. A fines del 2020 el titular de Segob dijo que que el director de CFE escondió con “cinismo” la irresponsabilidad con la que se actuó en el manejo de la presa Peñitas y que inundó a tres municipios del estado. En un mensaje en redes sociales señaló que la empresa desfogó “criminalmente” la hidroeléctrica a más de mil 500 metros cúbicos por segundo, a sabiendas de las consecuencias para la planicie tabasqueña.
Adán Augusto a su vez tiene buena relación con Rocio Nahle, que si bien comparte ideas y una línea de acción con Bartlett, de un tiempo ha esta parte ha comenzado a objetar ciertas iniciativas empresariales de los familiares directos del mandamás de CFE.
Adán Augusto exhibe en sus primeros días en Bucareli el mismo estilo que tuvo como gobernador. Cerrado, fuertemente disciplinado con el presidente, con un círculo de colaboradores mínimo y con un guion discursivo inamovible.