Los acuerdos con la Federación y la búsqueda de preservar la gobernabilidad.
Samuel García se destapó hoy lunes como potencial candidato a la presidencia por MC. Es un giro calculado y que se corresponde con el guiño que recibió de Andrés Manuel López Obrador la semana pasada, cuando lo respaldó en el conficto contra PRI y PAN. Tal como LPO explicó, en Palacio Nacional quieren que MC tenga su propia oferta en 2024 como un atajo para dividir el voto anti Morena. La presencia de Samuel en ese esquema contribuye a ese escenario.
El gobernador, debe decirse, no está envalentonado con esa opción que asume como lejana y secundaria frente a los conflictos inmediatos que debe resolver en Nuevo León. Pero también es muy conciente de que tiene que estar en la mesa donde se decidirá la candidatura opositora, no solo por MC o por su marca personal, sino, especialmente, porque gobierna la entidad que es el corazón industrial de México.
Su presencia tiene un sentido más potente que el de media docena de suspirantes que no representan a nadie (Santiago Creel), ni son exitosos en su rol administrativo (Enrique Alfaro) ni proponen ánimo de renovación alguno (Beatriz Paredes).
El enigma que se multiplica en las mesas de arena es sobre si esta coincidencia del gobernador con López Obrador se va a traducir en algún tipo de instrumento coercitivo en la batalla que Samuel libra contra las fuerzas estructurales de su Estado. Porque el presidente respalda públicamente, envía a Adán Augusto López Hernández a Monterrey y los legisladores locales de la 4T abandonan su posición de críticos frontales. Pero el conflicto no desaparece. De hecho, pareciera ir a más.
Existe una realidad: al interior de Palacio Nacional no agrada el clima de ingobernabilidad que se ha generado en la entidad norteña. Se lo asume como el preludio de situaciones más densas en materia de seguridad y que a la larga afectan la inversión, el empleo y la imagen de México ante el público inversor.
Por eso cuando hace algunos días, en una reunión para pocos en Segob se mencionó a Luis Donaldo Colosio como una salida a la crisis actual (y se vínculo ese movimiento a la próxima llegada de Agustín Basave a la alcaldía regia) el rechazo a esa alternativa fue tajante.
El destape de hoy lunes, más allá de la sintonía con López Obrador, busca reintalar la tesis de que en materia de imagen y percepción, el conflicto de Nuevo León no tiene características parejas. El gobernador coquetea con proyectarse en la arena nacional mientras que varios de sus adversarios locales están signados por el desprestigio.
