A los 39 años, Adolfo Cerqueda hará historia por partida doble: se convertirá en el primer alcalde de Nezahualcóyotl nacido en el municipio y el primero en ser abiertamente homosexual. Esta es su historia de vida contada por él mismo
EMEEQUIS.– Por la avenida Río Churubusco, un Chrysler Shadow color arena se abre paso por el oriente de la Zona Metropolitana del Valle de México. Nadie lo sabe, pero lo que está por pasar a las 2 de la tarde dentro de ese vehículo de placas 143-SET va a cambiar por completo la historia del municipio más densamente poblado de todo el país.
Es el verano de 2003 y el conductor y el copiloto no podrían ser más diferentes: detrás del volante está un hombre serio, a veces parco, que lleva años en el mismo empleo como trabajador del Departamento del Distrito Federal en la Ciudad Deportiva del deportivo Magdalena Mixhuca, un oasis de áreas verdes entre casas de ladrillo gris.
En el asiento lateral está un joven extrovertido y atrevido que pese a vivir en el municipio bronco de Nezahualcóyotl no se deja intimidar por su machismo: en la mochila carga con un colorido vestuario de danza folclórica con el que se subirá a un escenario en unos minutos.
De pronto, el conductor, le da un giro a la conversación. Falta poco para llegar a la presentación de danza a la que ambos se dirigen y es tiempo de hablar de un secreto a voces entre ellos. “Mira, yo no sé qué es lo que tu quieras ser o que te guste, sólo sé que eres mi gallo, que eres mi orgullo y que nunca voy a permitir que nadie te ponga la mano encima”.
Su hijo, de entonces 21 años, lo mira sorprendido. La lengua se le hace un nudo acaso más grande del que se le ha formado en el estómago. No hay nada más que decir. Su padre sabe que es homosexual.
“Ese momento creo que fue mi antes y después en la vida… sin esas palabras yo no sería quien soy ahora”, dice Adolfo Cerqueda, convencido de que esa frase pronunciada en medio minuto en aquel Shadow modelo 1990 lo encaminaron a ser lo que es hoy: alcalde electo de su municipio natal, Ciudad Nezahualcóyotl.
GANAR EN JUNIO
Desde el 6 de junio pasado, la vida de Adolfo Cerqueda, de 39 años, ha dado un vuelco que ni siquiera él pudo prever: no sólo se convirtió en el político revelación de Morena tras ganar las elecciones intermedias, sino que se transformó –en tiempo récord– en un ícono de la comunidad LGBTQ+ por ser el primer alcalde abiertamente gay en la Zona Metropolitana del Valle de México.
Su triunfo electoral ocurrió a seis días de que iniciara el “Mes del Orgullo”, junio de cada año, cuando las personas de la diversidad sexual conmemoran las protestas en Stonewall, Nueva York, que dieron pie a un movimiento civil por los derechos igualitarios.
Esa coincidencia en el calendario fueron los ingredientes para que Adolfo Cerqueda –bailarín, coreógrafo, deportista y servidor público– pasara de ser un conocido político a nivel local a uno con reconocimiento nacional e internacional. Su triunfo no es poca cosa: gobernará más de un millón de personas en una región conocida por su machismo, pero también por ser cuna de una clase obrera de inteligencia callejera.
“Te soy franco, la verdad es que yo tenía muy claro que la elección era en junio, pero jamás se me ocurrió que era el ‘Mes del Orgullo’. Eso nunca me pasó por la cabeza… hasta que veo una nota y ¡fum! ‘Adolfo Cerqueda, el primer alcalde abiertamente miembro de la comunidad LGBT’ y todo explotó”, dice el presidente municipal electo.
El día que conversamos, 1 de julio, el “Mes del Orgullo” ha terminado oficialmente, pero no la vorágine de curiosidad sobre cómo logró 176 mil 708 votos en un municipio del país que es conocido por muchas virtudes y defectos, pero no por ser amigable con los homosexuales.
El secreto, dice, es justamente no tener secretos. Ir contra lo que todos sus asesores le pedían: mostrarse abiertamente como es. Además, bromea, nada había que esconderle a sus vecinos. Quien supiera de su existencia, sabía de su orientación sexual.
Arriba, durante la entrevista; abajo, en un acto de campaña. Fotos: Facebook.
UN CLÓSET DE CRISTAL
“Yo nunca tuve que salir de ningún lado. Simplemente he sido quien soy y he sido libre. Claro que hubo un momento en el que sí requerí tener una charla con mi papá y mi mamá, que no estuvieron juntos. Mi mamá, me acuerdo, estaba un día lavando y subí a la azotea, estaba tendiendo la ropa, y le dije qué era lo que yo sentía y lo que me ocurría.
“Mi mamá me dijo ‘no me lo imaginaba’. Me sorprendí mucho y dije ‘¡ay, por favor!’, pero respondió ‘bueno, ¿y en qué quieres que te apoye?’”.
Adolfo Cerqueda cuenta así su “salida del clóset”, aunque nunca estuvo realmente dentro. Desde los 15 años, cuando estudiaba en la escuela secundaria técnica 39, en Nezahualcóyotl, tenía novio. Y tuvo varios romances fugaces hasta su primer gran amor, el que él llama “el primero serio”, a los 21 años.
Cuando esa primera gran relación sentimental terminó, su padre lo notó triste e intuyó lo que había sucedido, así que preparó una conversación breve, pero conmovedora, que le hiciera saber a su hijo que no tenía que llorar en silencio. Ahí estaba él, su patriarca, para reparar su corazón roto y elevar su espíritu.
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“Cuando me dijo esas palabras en el Shadow… sentí como si el mundo se hubiera abierto. Me cambió por completo. Yo ya era un tipo arriesgado, pero su amor me hizo creer que podía conquistar todo lo que me propusiera. Ese es el efecto que tienen palabras así de un padre a un hijo: te vuelve invencible”.
Después de su papá, ya no había quien no conociera su orientación sexual: sus amigos de la infancia de la colonia Benito Juárez –donde aún vive–, sus compañeros de clases en el Colegio de Bachilleres Plantel 3, los de la licenciatura de Ciencias Políticas en la Universidad Autónoma del Estado de México, los locatarios del Mercado 1 de Mayo donde su familia vende desde colchas hasta trajes regionales.
Saberse libre, dice, lo volvió imparable y Adolfo Cerqueda comenzó un meteórico ascenso en su municipio: empezó como becario, luego como asesor de diputados, coordinador de campañas, director del instituto del deporte local y, finalmente, presidente municipal electo.
“SOY QUIEN SOY”
En algún momento de su carrera, recuerda, alguien lo dejó de invitar a algún evento por ser homosexual. Y aún está en su memoria la conversación que tuvo con un militante de Morena que votó en contra de su candidatura por su orientación sexual. Pero su trabajo en la comunidad lo blindó contra los ataques: a todos los políticos locales les convenía estar cerca de él y de su personalidad extrovertida que bailaba a la menor provocación.
“Por ahí circula un video de Youtube de hace tres años donde hablo de mis novios, de mis amigos, de mis irreverencias. Cuando empezó la campaña me pedían que hablara con el propietario del canal para bajarlo. Yo les dije que no… que la gente iba a votar por mí justo porque sabe quién soy”, dice el morenista, padre de un niño de 11 años.
La campaña fue feroz. Sus rivales, dos expresidentes municipales, aunque se decían de izquierda, usaron su orientación sexual para atacarlo. Incluso, alguien de sus enemigos hizo circular entre los vecinos de Nezahualcóyotl un video para adultos que aseguraba falsamente que protagonizaba Adolfo Cerqueda.
“Hicieron cosas muy bajas, deleznables. Yo no sabía que podían ser tan viles… pero la gente me conoce. He vivido aquí toda mi vida. Vivo en la casa de mi mamá donde me crié desde niño. Les salió peor: la gente se enojó y me dio su respaldo”.
Adolfo Cerqueda con su padre. Foto: Facebook.
EL PADRE ORGULLOSO
El día de la elección, 6 de junio, aunque las cifras dentro de su campaña le decían que ganaría por arriba de 20 mil votos, Adolfo Cerqueda no podía dormir. Se levantó temprano, desayunó con su madre y desde temprano se fue a su campaña de campaña a supervisar la contienda. Horas más tarde anunciaría su triunfo y, desde entonces, no ha parado de trabajar.
“Te puedo decir que es la fecha en que no he podido celebrar. No he podido echarme un trago o algo para decir ‘¡sí, ganamos!’. Inmediatamente después de la elección siguieron las pláticas con vecinos, defender el voto, tener mil juntas… y, claro, toda la atención de los medios por el tema LGBT.
“Te seré franco: sí hubo un momento en el que yo decía que esto no tenía que ser la noticia. La noticia tenía que ser que soy un hombre de 39 años, el primer presidente municipal originario nacido en Neza, el primero la narrativa se salió de mis manos”.
Pero ahora Adolfo Cerqueda lo ve diferente. La noticia sí era la ruptura de un techo de cristal para parte de la comunidad LGBTQ+, un grupo social que está subrepresentado en el servicio público y cuyas conquistas individuales prometen ser un día las colectivas.
“Gané en un municipio que ya no digo de un machismo marcado, sino de un sexismo muy determinado… y entonces yo digo ‘bueno, ya estamos acá, hay que honrar, hay que honrar a la comunidad’”, asegura el político morenista.
En su mente pasea una escena ahora que se han cumplido cinco años desde que su papá falleció: Adolfo Cerqueda, el joven que guardaba en su maleta un colorido vestuario de danza folclórica, se transforma antes de cruzar la puerta de su casa en el presidente municipal electo, y encuentra a su papá sentado en el mismo sillón donde siempre lo encontraba y corre a recostarse entre sus piernas.
“Me hubiera recibido con un abrazo y me hubiera dicho que él ya lo sabía porque me encomendó a todos los santos”, recuerda con los ojos humedecidos. “Me hubiera dado un masaje y me hubiera dicho ‘Ánimo, esto no se ha acabado’”.
Sería la extensión de una conversación amorosa que empezó hace unos años en un Chrysler Shadow color arena que se abre paso por el oriente de la Zona Metropolitana del Valle de México.
@oscarbalmen