En la mira de Estados Unidos, el campo sinaloense se vuelve un punto crítico de análisis, donde se cruzan intereses económicos, políticos y sociales que trascienden fronteras.
MEXICO, 13 DE JUNIO 2025. – En medio de crecientes tensiones comerciales entre México y Estados Unidos, Sinaloa emerge como un actor estratégico en el sector agroalimentario, cuya relevancia va mucho más allá del popular jitomate. Este estado del noroeste mexicano se consolida como uno de los pilares del abasto alimentario de Norteamérica, y a la vez, se vuelve particularmente vulnerable ante posibles medidas proteccionistas impulsadas desde Washington.
Aunque el jitomate concentra la atención mediática y política —considerando que el 98% de las exportaciones mexicanas de este producto tienen como destino Estados Unidos—, Sinaloa es mucho más que un solo cultivo: es un coloso agrícola con una producción diversa, altamente tecnificada y con fuerte integración al mercado estadounidense.
Una economía anclada al campo
El sector primario es la columna vertebral de la economía sinaloense. Aproximadamente el 15% de la población remunerada trabaja directamente en actividades agrícolas, lo que equivale a más de 170 mil personas. En 2022, la producción agrícola representó el 10.6% del Producto Interno Bruto (PIB) estatal, posicionando a Sinaloa como el tercer lugar nacional en PIB primario.
En 2023, la entidad reafirmó ese liderazgo, alcanzando un valor de producción agrícola de 80,187 millones de pesos, colocándose nuevamente en el tercer lugar nacional por valor. Esta cifra no solo refleja la magnitud de su aporte, sino también su papel crucial en el abasto alimentario de México y de Estados Unidos.
Más allá del jitomate
La diversidad de cultivos es uno de los principales activos de Sinaloa:
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Maíz grano: Sinaloa es el principal productor del país, con 6.656 millones de toneladas en 2023, representando el 43% del volumen nacional. Municipios como Guasave, Ahome y Culiacán son líderes en su cultivo.
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Chile verde: Considerado el “segundo producto estrella” del estado, Sinaloa produjo 813 mil toneladas en 2023, con un valor de 9,974 millones de pesos. Escuinapa, Elota y Culiacán encabezan su producción.
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Jitomate (tomate rojo): Aporta 712 mil toneladas y 6,121 millones de pesos, con Culiacán, Elota y Navolato como los principales municipios productores.
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Otros cultivos importantes: La papa y el frijol también tienen un peso considerable en la agricultura sinaloense.
Producción tecnificada y ciclos estratégicos
El 94.2% de la superficie agrícola del estado está dedicada al riego tecnificado, y casi el 75% de la producción se concentra en el ciclo otoño-invierno, lo que muestra un modelo agrícola altamente planificado y dependiente de condiciones climáticas y de mercado estables.
Interdependencia agroalimentaria con Estados Unidos
El interés de Estados Unidos en el campo mexicano, particularmente en estados como Sinaloa, responde a una realidad de interdependencia agroalimentaria. México, y especialmente Sinaloa, suple productos de temporada que el mercado estadounidense no puede producir durante ciertos periodos del año, lo que hace de esta relación un vínculo económico mutuamente beneficioso, pero también delicado.
Cualquier intento de imponer barreras comerciales, como aranceles o inspecciones más estrictas, afectaría directamente el flujo de alimentos entre ambos países, encarecería productos para el consumidor estadounidense y pondría en riesgo miles de empleos en ambos lados de la frontera.
Sinaloa no solo es clave para la seguridad alimentaria de México, sino también para la estabilidad del mercado agrícola norteamericano. En un contexto de tensiones comerciales, el campo sinaloense se vuelve un punto crítico de análisis, donde se cruzan intereses económicos, políticos y sociales que trascienden fronteras.