El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, metió mano —según fuentes del sector transporte— en la sucesión de Canacar y busca influir también en Concamin. La presunta intervención ha generado molestias en el gremio y encendió los chats empresariales, en medio de la mayor crisis de legitimidad que vive Canacar en años
EMEEQUIS.― Una inusual maniobra ha sido advertida en la impredecible pero siempre abastecida agenda del gobernador morenista de Puebla, Alejandro Armenta Mier. Nos cuentan que el mandatario poblano tiene metidas las manos en la sucesión del liderazgo de la Cámara Nacional de Transporte de Carga (Canacar), y tiene gallo también para la presidencia de la Confederación Nacional de Cámaras Industriales (Concamin).
De acuerdo con fuentes del sector, la semana pasada ardieron los chats de Whatsapp de la industria del transporte de carga en condenas a la presunta intervención del mandatario poblano en la renovación del liderazgo del gremio, que se verificará en marzo del próximo año..
Los antecedentes de estas molestias tienen como antecedentes diversas circunstancias propiciadas por el actual dirigente de Canacar, Miguel Ángel Martinez Millán: en primer término su errática gestión; además, su insistencia entre sus allegados de que forma parte del grupo político del gobernador Armenta, como una especie de brazo operativo, y en que, de hecho, se prepara para ser sucesor del mismo en el palacio de gobierno de Puebla, cuando llegue el momento.
Con esos antecedentes, se difundió hace un par de semanas, la versión de que Martínez Millán busca darse sucesor en la dirigencia de Canacar en la persona del empresario Ramiro Montemayor, extesorero de dicha organización, quien por su parte juega a la socorrida estrategia de declarar “a mi que me den por muerto”, mientras debajo de la mesa caminan los amarres.
En tanto, de acuerdo con el enroque proyectado por Martínez Millán, él se prepararía para suceder en Concamin, llegado el plazo, al actual dirigente, Alejandro Malagón Barragán; y de ahí, directo a la nominación morenista a la gubernatura.
Al menos así la pinta, y eso es lo que desató los chats en el sector, en los que prevalecieron los juicios de valor.
EL FEUDO
De acuerdo con comentarios de personajes del sector, Miguel Ángel Martínez Millán se mueve como un cacique en la dirigencia de Canacar, al estilo de los antiguos hacendados, y de los viejos líderes del gremio.
En efecto, es de dominio público su cercanía con el gobernador poblano, Alejandro Armenta, a pesar de que 2024 se la jugó primero con Ignacio Mier Velazco, entonces coordinador de la diputación federal de Morena, quien resultó ser el aspirante equivocado. Pero a rey muerto rey puesto, muy pronto se vio a Martínez Millán cerca del candidato efectivo, Alejandro Armenta.
Martínez Millán heredó de su padre la empresa Transportes Marva, fundada en los años 50. Sin embargo, como dirigente empresarial ha sido ampliamente cuestionado. Afiliados nos confían que entre 20 % y 30 % de los miembros de Canacar han dejado de pagar sus cuotas, reflejando un creciente descontento hacia la gestión de Millán, la cual comenzó en marzo de 2022.
Desde su llegada a la presidencia de Canacar, Millán tuvo tropiezos para manejarse en público, con conferencias de prensa caóticas en las que incluso protagonizó enfrentamientos con medios por incumplir con la información prometida.
Es pública su posición oficialista a ultranza, en especial en un tema tan espinoso como es el de la inseguridad cotidiana que enfrenta la industria del transporte de carga en las carreteras del país. Martínez Millán se ha alineado con la versión de que “no pasa nada”, para mostrar, según salió a flote en los chats de los inconformes, su “institucionalidad” con el secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), Jesús Antonio Esteva Medina.
PROMESAS INCUMPLIDAS
Uno de los puntos de inflexión en la gestión de Martínez Millán, nos detallan fuentes del sector, ocurrió tras el lanzamiento del programa BALAM en octubre de 2024, coordinado por la Guardia Nacional y la SICT, en 12 estados con mayor incidencia delictiva, entre ellos el Estado de México, Puebla y San Luis Potosí.
Millán prometió incorporar 10 mil camiones afiliados a Canacar, comprometiendo recursos y participación sin consultar a los empresarios. La reacción fue inmediata: muchos afiliados rechazaron el programa, convencidos, tal cual lo expresan, de que “los elementos de la Guardia Nacional están coludidos con grupos delictivos, a quienes alertan sobre las rutas de camiones de alto valor”.
Algunos transportistas abandonaron la organización, acusando que el convenio beneficiaba únicamente a Millán y que el programa representaba una carga adicional sin garantizar seguridad.
La situación empeoró a finales de 2024, cuando, sin consultar al Consejo Nacional Directivo, Millán modificó unilateralmente un convenio con el IMSS. El acuerdo eliminó un tabulador preferencial, lo que provocó aumentos superiores al 100 % en las cuotas de seguridad social para operadores. El descontento se multiplicó.
La Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (Conatram), encabezada por Elías Dip Ramé, se deslindó del convenio y anunció que gestionaría por su cuenta la seguridad social. Otros empresarios optaron por ampararse o dejar de pagar cuotas.
Durante la 107 Asamblea de Canacar en marzo pasado, Millán defendió el acuerdo con el IMSS alegando que evitaba omisiones, aunque reconoció que el salario base pactado implicaba un incremento considerable. El argumento no convenció, y su intento de reelección de medio periodo en la Expo Santa Fe estuvo marcado por el vacío de empresarios.
Ante la pérdida de apoyo, Millán recurrió al acarreo de trabajadores de empresas afines, incluyendo familiares, para simular respaldo. Designó a su cuñado, Luis Roberto Lastiri Quirós, como director general de Canacar, sin experiencia en el sector.
Luis Roberto ha tenido un desempeño casi invisible en Canacar. Durante una reciente reunión del Consejo en junio de 2025, varios miembros criticaron su reiterada ausencia.
SUCESIÓN ADELANTADA CON GALLO PRESELECCIONADO
En medio de esta crisis, Millán decidió adelantar su sucesión —originalmente programada para marzo de 2026— y propuso un “candidato de unidad”.
En la reunión, el empresario regiomontano Rómulo García Durán sorprendió al alzar la mano, lo cual incomodó a Millán, y decidió posponer la candidatura de unidad.
Millán prefiere impulsar a otro neoleonés: Ramiro Montemayor García, ex tesorero de Canacar y actual director de Transportes Mon Ro, quien sigue manejando las cuentas de la cámara, lo que contraviene los propios estatutos.
Apodado “MAM” en los chats privados del gremio, Millán busca posicionar a un sucesor que le garantice la aprobación de sus estados financieros.
Aunque Montemayor ha dicho que no tiene aspiraciones, cuenta con el respaldo de la poderosa Central de Carga de Nuevo Laredo, considerada la agrupación más influyente dentro de Canacar.
El “destape” de García Durán fue filtrado a los medios por empresarios cansados del actual liderazgo. Molesto, Millán ordenó a sus operadores controlar la narrativa mediática e investigar la filtración.
Mientras tanto, Canacar enfrenta una pérdida de legitimidad sin precedentes.
“Cualquiera puede verificarlo con la pérdida del 30 % de su membresía en los últimos tres años”, nos comentan. La Conatram confirmó este retiro en una carta a sus socios.
GRANDES PLANES
La tensión continúa rumbo a la convención de octubre en Cancún, evento al que muchas empresas aún dudan en asistir.
Millán, nos comentan, apuesta a que sus aliados, los dirigentes empresariales — Francisco Cervantes Díaz del CCE y Alejandro Malagón Barragán de Concamin— salven el evento.
“Martínez Millán tenía grandes planes: suceder a Malagón en Concamin y, desde ahí, impulsar su candidatura al gobierno de Puebla”.
Su cercanía con Malagón ha sido evidente en múltiples eventos empresariales.
Por ahora, Canacar vive su mayor crisis interna en años: chats privados hierven de reclamos por la opacidad, el manejo patrimonialista, los acuerdos unilaterales y el distanciamiento con los intereses del sector.
La salida de Millán es inminente, pero su sucesión está lejos de ser clara.
La primavera está lejos. ¿Para qué se mete Armenta en las grillas empresariales?
Ya se sabe que tiene una agenda creativa: primero censura plataformas socio digitales, luego santifica la figura del Ejecutivo Estatal, después, humilla a una secretaria de su propio gabinete tronándole los dedos, más tarde se disculpa, y ahora, anda metido en la sucesión de dirigentes de cámaras industriales.
¡Y eso que apenas lleva medio año en la gubernatura de Puebla!
@emeequis