AMLO RESPIRA: “EL CACHAS” Y THE ECONOMIST REVIVEN A MORENA

Por: Adán Morales

@adangio

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A ocho días de las elecciones, las críticas de medios antiobradoristas refuerzan la intención de voto en favor de la 4T. En Palacio Nacional volvió el buen humor, aunque otros sondeos marcan que Morena va en picada.

 

EMEEQUIS.– En Palacio Nacional están que no caben de felicidad porque, a tres días del cierre de campañas, parece que encontraron los insumos necesarios para presumiblemente obtener buenos resultados la noche del próximo 6 de junio, cuando se comiencen a ver las primeras tendencias electorales en los mega comicios de esa jornada.

Y es que cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador pasaba por un momento crítico de credibilidad, de hartazgo y de profundo enojo con sus adversarios políticos, tres hechos que marcaron la agenda de la semana que termina le dieron oxígeno puro al partido del primer mandatario y a su gobierno.

Lo que más sorprendió –nos dicen a EMEEQUIS fuentes de la Presidencia de la República– es que dos de esos acontecimientos jamás se los esperaron, sobre todo porque salieron precisamente de dos medios de comunicación (uno nacional y otro extranjero) que han sido férreos críticos de AMLO.

El primero fue la columna de “El Cachas”, Eduardo Caccia, que apareció publicada en el periódico Reforma el lunes 24 de mayo, y el segundo fue la portada de la versión para América Latina de la revista inglesa The Economist, del jueves 27 (la portada para Europa está dedicada al conflicto entre Palestina e Israel), en la que califica a López Obrador como “El falso mesías”.

El tercer hecho –ese sí interno, pero además programado para que se diera antes de las elecciones– fue el anuncio sobre la compra de la refinería Deer Park, en Houston, Texas, propiedad de la petrolera estadounidense Shell, con un costo de 600 millones de dólares, ya que –nos cuentan– “el impacto fue el esperado, ya que entre la población se generó confianza en que esta acción traerá como beneficio la autosuficiencia en gasolinas y, como resultado, la baja en el precio de este hidrocarburo, que fue precisamente una de las promesas de campaña de AMLO en 2018”.

A pesar de las críticas de la oposición, las encuestas de Presidencia de la República señalan que esta medida fue bien recibida por la mayoría de la población. En Palacio Nacional aseguran que muchos indecisos y quienes pensaban anular su voto ya se decantaron por apoyar al oficialismo.

Sin embargo, otros sondeos marcan que Morena va en picada en varios estados y que difícilmente obtendría la mayoría en la Cámara de Diputados.

AMLO RECETA VITACILINA

Ahora, nos dicen que al presidente ya se le ve más relajado y que incluso retomó los chascarrillos que lo caracterizaron durante la campaña presidencial de 2018, pero que además fueron parte fundamental en el triunfo electoral de tabasqueño.

Por ejemplo, el tema de recetar Vitacilina a sus adversarios políticos (como ocurrió esta semana) lo comparan con aquella fórmula de prescribir Amlodipino a sus opositores durante la contienda electoral de hace tres años para que “se serenaran”.

Otro recurso de López Obrador en aquella campaña –que se la puso “de a pechito” Javier Lozano Alarcón, entonces vocero de José Antonio Meade, candidato presidencial del PRI– fue el de sacar raja de los dislates verbales de sus adversarios y repetirlos una y otra vez en los mítines, para convertirlos en banderas de campaña, como lo fue lo del mote de “Andrés Manuelovich”.

En aquellos días, el candidato presidencial de la alianza “Juntos Haremos Historia” (Morena-PT-PES) hizo una parada en el malecón del Puerto de Veracruz. Un frente frío estaba entrando en ese momento al Golfo de México. AMLO, con abrigo negro y cabello alborotado por los ventarrones, grabó un video que más tarde subió a sus redes sociales.

“Ahora que soy Andrés Manuelovich, y que me está financiando el gobierno ruso, vengo aquí al Puerto de Veracruz a esperar a los submarinos que me van a traer el Oro de Moscú”, se mofó Andrés Manuel López Obrador de aquella comparación de Javier Lozano y sus bonos electorales se dispararon de un día a otro.

Hoy, el primer círculo del presidente de la República compara esa anécdota con el diseño de la portada de The Economist, en donde se observa un cartel muy parecido a la propaganda de la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), donde se destacaba la figura de los héroes de aquella nación, como Lenin, el sanguinario dictador José Stalin, Nikita Jurshchov, o el cosmonauta Yuri Gagarin.

No sólo eso. En ese grupo compacto cercano al tabasqueño se celebra que estos hechos se hayan tomado de una manera “ingeniosa” por parte de sus seguidores, como ocurrió en los días del desafuero, en abril de 2005, o con la consigna del “voto por voto, casilla por casilla”, que surgió a las afueras de las oficinas de López Obrador en la campaña presidencial de 2006, en la calle de San Luis Potosí, de la Colonia Roma Sur.

APARECEN PLAYERAS, TAZAS, CALCOMANÍAS

Por ello, nos comentan a EMEEQUIS que en los pasillos del bloque sur-oriente de Palacio Nacional –que es donde se encuentra la oficina presidencial y las habitaciones que sirven de morada a López Obrador; a su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, y a su hijo Jesús Ernesto– ya se respira un aire más diáfano (luego de semanas de un ambiente tenso por el mal humor de AMLO debido a sus constantes enfrentamientos con sus adversarios políticos, en donde de plano nada le salía), ya que estos insumos sirvieron como bocanada fresca de cara a los comicios del próximo domingo.

La aparición de playeras, tazas, mantas, toallas, sudaderas, delantales, calcomanías, con la portada del semanario inglés The Economist, aderezadas con las frases “El Mesías”, “Vota todo Morena este 6 de junio”, “¡Es un honor, estar con Obrador!”, o sólo con el título de la columna de Eduardo Caccia en Reforma, la de “¡Vas, carnal!”, ya le cambió el semblante al presidente y a su primer círculo, quienes de hecho ya aseguran que, de acuerdo con encuestas internas, Morena y sus aliados pueden obtener la mayoría calificada en la Cámara de Diputados.

Todo eso se suma al avance sin contratiempos del plan nacional de vacunación contra la Covid-19; la significativa disminución en decesos, contagios y hospitalizaciones por la pandemia de coronavirus; el semáforo epidemiológico en verde en la mitad de las entidades federativas; el inminente regreso a clases presenciales en varias entidades; el anuncio sobre el reposicionamiento de México en la captación de Inversión Extranjera Directa (IED), de acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que ubicó al país en el lugar siete en ese rubro.

Además, la recuperación de empleos en el último mes, luego de la severa caída entre diciembre y abril por la etapa más cruda de la pandemia, pero además por el avance en la integración de las carpetas de investigación en el caso Lozoya, que después de las elecciones –nos dicen– pondrán el foco en personajes como Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón Hinojosa, Ricardo Anaya Cortés, entre otros.

Por eso la alegría ronda en los pasillos de Palacio Nacional a ocho días de las mega elecciones del domingo y a tres días del cierre de campañas, principalmente porque fueron los mismos adversarios políticos de AMLO y los medios de comunicación que más le han causado dolores de cabeza al mandatario los que pusieron su figura, sin necesidad de que él interviniera en la contienda, en el centro del proceso electoral.

Y eso era lo que la llamada Cuarta Transformación necesitaba, nos dicen, “que la figura de López Obrador, el principal activo electoral de Morena, se colocara como la columna vertebral de la contienda. Eso sí, sin siquiera hacer un pronunciamiento que fuera denunciado de intervencionismo en el proceso electoral”.

Pero todo eso está por verse en la, ahora sí, cuenta regresiva para las elecciones del domingo 6 de junio.

 

@emeequis