La Auditoría Superior de la Federación (ASF) le hizo una travesura al gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina, al exhibirlo por un aparente daño patrimonial de 497.2 millones de pesos en vísperas de su despedida triunfal.
A mes y medio de que el mandatario estatal concluya su gestión en Puebla y asuma la titularidad del Instituto Nacional de Migración (Inami), tendrá que solventar las irregularidades que le imputan para llegar en blanco y como un buen gobernador al gabinete de Claudia Sheinbaum Pardo.
En su segundo informe de fiscalización de la Cuenta Pública 2023, la ASF ventiló anomalías en las obras de rehabilitación de los penales de San Miguel, en Puebla capital, y el de Tepexi de Rodríguez, financiadas con recursos federales.
El organismo federal encabezado por David Rogelio Colmenares Páramo detectó pagos indebidos por obras no realizadas o mal hechas, deficiencias en la calidad de las obras, así como falta de comprobantes y contratos que acrediten en uso de los recursos.
También que las irregularidades pasaron de noche a la Secretaría de la Función Pública (SFP) del estado, que encabeza Juan Carlos Moreno Valle Abdala, pues no intervino en los casos de las obras mal ejecutadas o con fallas y permitió que se pagaran.
Por ello, anoche que reventó la bomba, la SFP tuvo que emitir un comunicado en donde minimizó las imputaciones y rechazó que haya un daño patrimonial, como advirtió la ASF.
La dependencia sostuvo que tiene la información que comprueba el buen uso de los recursos y normalizó que en una auditoría existan señalamientos de irregularidades.
Este jueves Céspedes Peregrina aseguró en entrevista que solventará las observaciones antes de irse el 14 de diciembre y se jactó de “no tener preocupación alguna”.