La guerra por Puebla 2030 ya comenzó: Claudia Rivera en la mira del fuego amigo
A dos años de las elecciones intermedias de 2027, donde se renovarán las alcaldías en Puebla, los grupos políticos al interior de Morena ya se están moviendo para posicionar a sus perfiles de cara a una disputa mayor: la gubernatura de 2030. El escenario actual no refleja una confrontación entre partidos tradicionales como el PRI, PAN, PVEM o Movimiento Ciudadano, sino una lucha interna dentro del partido oficialista, donde los bloques hegemónicos buscan reorganizar su fuerza territorial y definir a sus futuras candidaturas.
Una de las protagonistas centrales de esta disputa es Claudia Rivera Vivanco, exalcaldesa de Puebla capital y actual diputada federal por Morena. Aunque la perfilan para contender nuevamente por la alcaldía en 2027, hay quienes creen que esta invitación es una trampa política que busca debilitarla y evitar que llegue fuerte al 2030, año en que podría convertirse en la candidata natural a la gubernatura, considerando que existe la posibilidad de que se aplique la alternancia de género adelantada en la designación.
Rivera Vivanco ya fue blanco de una guerra sucia mediática en 2021, cuando intentó reelegirse como presidenta municipal. En aquel entonces, el exgobernador Miguel Barbosa Huerta y su estructura de gobierno habrían operado para debilitar su imagen con campañas negras, filtraciones, manipulación en medios y acoso institucional. La operación fue efectiva: Claudia perdió la elección y su imagen quedó golpeada… pero no destruida.
Hoy, desde San Lázaro, ha retomado fuerza política y legislativa. Su nombre lidera las encuestas de conocimiento y preferencia entre mujeres políticas en Puebla. La lógica indica que Claudia Rivera sería la mujer más competitiva para 2030, pero eso ha encendido las alarmas dentro de otros grupos de Morena que prefieren impulsar perfiles alternativos, más dóciles o alineados con las estructuras actuales.
El nuevo episodio de esta batalla interna se desató tras la difusión de una cuenta bot que ejerció violencia política de género contra una funcionaria del gabinete del actual gobernador, Alejandro Armenta. El caso fue utilizado como oportunidad por grupos enemigos para posicionar una narrativa absurda: que el ataque provino del equipo cercano de Rivera Vivanco.
En el ‘cuarto de guerra’ de la diputada Claudia Rivera, no se descarta que este nuevo ataque sea fuego amigo, es decir, una ofensiva interna desde Morena para golpearla antes de que su fuerza electoral crezca más.
Detrás de esta operación, hay una intención clara: quemar políticamente a Claudia Rivera antes de 2030. Al colocarla de nuevo en la contienda municipal de 2027, se busca exponerla nuevamente al golpeteo público, desgastarla en una campaña difícil y bloquearle el camino hacia la gubernatura.
