Ejecutan al director del agua potable en Santiago Alseseca, Tecamachalco; la inseguridad rebasa al municipio
La tarde del 18 de junio de 2025, fue hallado sin vida Alberto Vázquez Morales, director del agua potable en la junta auxiliar de Santiago Alseseca, municipio de Tecamachalco, Puebla. El hombre, de 58 años de edad y de oficio campesino, fue asesinado con múltiples impactos de bala dentro de su propiedad ubicada cerca de los juzgados de la comunidad y del Bachillerato General Oficial, en la zona limítrofe con el camino vecinal de la colonia El Laurel.
De acuerdo con los primeros reportes, vecinos alertaron al 911 tras escuchar detonaciones de arma de fuego y localizar al hombre sin signos vitales. Paramédicos confirmaron su muerte al llegar al lugar. Inicialmente se desconocía la identidad de la víctima, pero más tarde fue identificado por habitantes de la comunidad como funcionario auxiliar de este servicio vital para la región.
Guardia Nacional y Fiscalía intervienen; sigue sin esclarecerse el móvil
Elementos de la Guardia Nacional, división Caminos, fueron los primeros respondientes, ya que se encontraban en las inmediaciones del lugar cuando se reportó el hecho. La zona fue acordonada por seguridad, y peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) realizaron el levantamiento del cuerpo e iniciaron las diligencias correspondientes.
Hasta el cierre de esta nota, no se ha confirmado si el asesinato fue perpetrado por uno o más sujetos ni cuál fue el motivo del crimen. No se han reportado detenidos y las autoridades locales no han emitido ninguna postura oficial respecto al caso.
Una comunidad sumida en la violencia y el abandono
Este nuevo hecho de sangre vuelve a colocar a Tecamachalco, y particularmente a su presidente municipal Mateo Hernández López, bajo los reflectores de la inseguridad. La zona ya ha sido escenario de múltiples ejecuciones, asaltos y desapariciones durante los últimos años. Pese a los discursos de recuperación de la seguridad, la realidad en comunidades como Santiago Alseseca parece ir en sentido contrario.
Con esta ejecución, se evidencia nuevamente la vulnerabilidad de las autoridades auxiliares, muchas de ellas integradas por ciudadanos que prestan servicios esenciales sin mayor protección institucional. El asesinato de un funcionario local ligado a la gestión del agua, recurso de alto valor comunitario y político, abre también la posibilidad de que se trate de un conflicto de intereses por control territorial, aunque esta hipótesis no ha sido confirmada por las autoridades.
