La resolución del juez Artemio Zúñiga se demoró varias horas. La larga pausa -que incluyó un receso para checar la conexión de internet de Emilio Lozoya- generó un intenso nerviosismo en el PRI, donde creían que todavía se estaba negociando entre la defensa del ex director de Pemex y las autoridades de la 4T. Habían pasado más de 10 horas desde el inicio de la audiencia.
Ya entrada la noche, el juez determinó que Lozoya sería vinculado a proceso. “Dice que fue utilizado como instrumento no doloso por un aparatos organizado de poder y que se alejó del derecho para establecer diversos hechos que en su momento se realizarán las denuncias y se precisarán las personas implicadas, bajo el marco de un criterio de oportunidad que solicitará a la FGR”, resumió el juez.
Y resolvió: “Señor Lozoya, resuelvo vincularlo a proceso por el delito previsto en el artículo 400 bis del Código Penal Federal en su redacción del año 2012, es decir operaciones con recursos de procedencia ilícita, en la modalidad de adquirir un bien inmueble dentro del territorio nacional con conocimiento de que los recursos utilizados proceden de una actividad ilícita”.
Luego, ordeno a la Fiscalía cumplimentar varias medidas cautelares, como continuar con la vigilancia de la Policía Ministerial en el hospital donde se encuentra alojado Lozoya, además de colocarle un brazalete localizador electrónico y quitarle su pasaporte y visa para prohibir su salida del país.
“Se pretende garantizar la presencia del imputado para que siga compareciendo en este proceso. Existe el riesgo objetivo de que se sustraiga a la acción de la Justicia”, explicó el juez.
También recordó que como la Fiscalía no había solicitado la prisión preventiva, una vez que salga de su internación en un hospital privado, podrá alojarse en cualquier otro lugar, siempre con su brazalete electrónico para poder ser localizado. “Usted tiene prohibición para salir del país y deberán entregar sus documentos al Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Norte. El brazalete electrónico será pagado también por el imputado”, sentenció.
Como explicó LPO, la ansiedad que se siente en el universo tricolor deriva de una certeza: contrario al estado de las negociaciones que se vino anunciando en los diarios durante varias semanas, parece que la defensa de Lozoya y el equipo de la FGR todavía no llegaron aún a un acuerdo definitivo, aunque siempre incluirá la implicación de diversos actores del gobierno anterior.